Nacida en Senegal, criada en Kuwait y asentada en Nueva York, la artista sonora y visual Fatima al Qadiri ha visto mundo. Por ejemplo, en 2003 participó en las protestas contra la invasión de Irak en Nueva York, enfrentándose a un «ejército de policías que estampaban violentamente sus botas contra el suelo y nos gruñían» como en «una película de ciencia ficción». Pero Al Qadiri no solo ha visto mundo, como artista también lo ha cuestionado y retratado en numerosas ocasiones, como es el caso de ‘Asiatisch’, su álbum debut para Hyperdub, que exploraba las problemáticas del orientalismo, o su proyecto paralelo Future Brown, que celebra y reivindica la diversidad cultural.
En su segundo largo para Hyperdub, ‘Brute’, Al Qadiri ajusta su crítica social ahora en Estados Unidos y propone una reflexión sobre la «mengua de la protesta como derecho en Occidente» tras los sucesos de brutalidad policial ocurridos recientemente en lugares como Baltimore o Ferguson. De hecho, lo primero que oímos en el disco es un audio de las protestas de Ferguson en el que un agente policial hace (ab)uso de su poder tratando de parar una protesta pacífica. No es el único sample en ‘Brute’ pero sí el más importante y el que sirve para establecer el tono del disco, que será, a partir de este momento, decididamente intrigante y apocalíptico.
La artista ha dicho que su intención en ‘Brute’ no era «ahogarlo en samples» sino usar «lo mínimo para ilustrar el contexto». Lo que nos queda, por tanto, es la música y el título de las canciones que la conforman (además de su portada, un teletubby vestido de policía, obra de Josh Kline). En primer lugar, la música es una colección de abstracciones instrumentales entre el grime minimalista y el ambient que, en el estilo de Al Qadiri, nunca enfurece sino que se mantiene en un estado de inquietud constante; y, en segundo lugar, tenemos títulos como ‘Oubliette’ (un tipo de cárcel subterránea), ’10-34′ (un código policial para amotinamientos) o los más gráficos ‘Blows’, ‘Aftermath’ y ‘Power’.
En teoría, un disco de protesta no tiene por qué ser siempre el primero de Rage Against the Machine. En la práctica, sin embargo, Al Qadiri raramente ofrece en ‘Brute’ momentos memorables a la altura de sus aspiraciones reivindicativas. El álbum empieza bien con los coros masculinos digitales de ‘Blood Moon’, que parece una idea derivada (para bien) de Oneohtrix Point Never, y continúa explorando sonoridades futuristas y frías en cortes como ‘Oubliette’ y ‘Aftermath’, añadiendo instrumentos a su paso en temas como ‘Battery’, que incluye vientos metal, o la evocadora ‘Fragmentation’, que combina flautas y arpas con lo que parece una kora.
Si el secreto de un disco minimalista, sea del género que sea, es decir mucho con muy poco, ‘Brute’ lo consigue solo en partes. Sus paisajes son elegantes, finos y melódicos, en tanto que sus pausados tempos proporcionan a sus piezas una energía muy rara de encontrar en el grime contemporáneo, pero el resultado global es una colección de canciones que pasa desapercibida y aburre. Solo unas pocas pistas como ‘Blood Moon’, ‘Fragmentation’ o la robusta ‘Blows’, en la que podemos oír a una ex agente del Departamento de Policía de Los Ángeles explicar el código de silencio, ofrecen «packs» redondos; el resto es una retahíla de producciones tan refinadas en sonido como inocuas en ejecución. En conclusión, poquita chicha en ‘Brute’ para lo que podía haber sido.
Calificación: 5,1/10
Lo mejor: ‘Blood Moon’, ‘Blows’, ‘Fragmentation’
Te gustará si te gusta: Tim Hecker, Laurel Halo, Oneohtrix Point Never, Julianna Barwick
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