Parte de la redacción evalúa el que parece el éxito definitivo de Drake.
«¿Quién podría adivinar que el africanismo alcanzaría el éxito masivo en USA (y presumo que también en el resto del mundo) a través del rap? Lo cierto es que la conexión entre el hoy exitoso dembow y la cultura tradicional africana es tan evidente como plasma ‘One Dance’. Drake y su equipo vuelve a dar de lleno en la diana exprimiendo (bajándolo de revoluciones al tempo caliente que hoy se celebra más) un pequeño hit discotequero (‘Do You Mind‘) de la británica Kyla, y aplicándole, con clase, esas guitarras afro tan apropiadas. Por marciano que parezca, la cosa funciona a la perfección y Drake se acerca un poco más a trasladar el estrellato que ya ostenta en su continente al resto del globo». Raúl Guillén.
«Uno de los supuestos genios de su generación reúne varias ideas… para terminar recordando bastantito a ‘Sorry‘, el penúltimo éxito de una estrella adolescente justo cuando ese tema empieza a caducar en radio. ¿Cuándo sale el mash-up? Es divertido… supongo». Sebas E. Alonso.
«Cuando escuché ‘Hotline Bling’ por primera vez el tema ya era un éxito en Estados Unidos pero todavía no había llegado a España. Mi primera impresión fue más que positiva; esa melodía del estribillo, «I know when that hotline bling / that can only mean one thing» me pareció tan buena, de una perfección tan instantánea, que el tema me tuvo enganchado durante todo el día. ¿Qué ofrece, en su lugar, ‘One Dance’? Desde luego, una melodía mucho menos directa, un sugerente ritmo dancehall, un inquietante sample vocal cortesía de Kyla y una variedad de aciertos instrumentales que, aunque buenos, tampoco terminan de elevar al tema como debería. Si esto es un «grower», debe ser el mayor de la historia, porque, al contrario que con ‘Hotline Bling’, después de numerosas escuchas sigo sin verle la gracia». JB.