La polémica de las polémicas, que esta semana ha puesto a la siempre deslenguada Azealia Banks en el ojo del huracán, se ha saldado con las disculpas de la cantante en su nueva plataforma de expresión ante el mundo tras su expulsión de Twitter, Instagram. Hace pocas horas, la neoyorquina subía un texto que ella ha dirigido «al Mundo» (ni de lejos cita a Zayn o su madre, objetos de sus insultos) y que finalizaba: «(…) Permitiendo a mi ira tomar lo mejor de mí, he logrado insultar a millones de personas sin razón. Y por eso ofrezco mis más profundas disculpas».

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Muchos usuarios no han aceptado esas disculpas y se han esforzado en banear y pedir el baneo de la cuenta de Banks en esta red social. Esta ha ampliado sus explicaciones en respuesta a uno de esos ex-seguidores: «(…) Estoy convencida de que lanzo montones de ideas acertadas y gente que presta bastante atención a lo que digo son totalmente conscientes de cuándo estoy solo haciendo ignorantes bromas como si estuviera en casa con mi familia. Pero, obviamente, lo que es divertido para mí en casa no se traslada a 140 caracteres, y ya no puedes mentir y decir que antes no hiciste una [broma] muy hilarante, muy estúpidamente ignorante [y] sin fundamento». Al final, ¿todo era una broma?

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