Cuando gente como Vetusta Morla, Supersubmarina e Izal pasa más de un año en la lista de ventas, ahora que Sidonie han vuelto a entrar en la lista de Los 40 Principales, solo es cuestión de tiempo averiguar cuál es el siguiente grupo del estilo en meterse al público en el bolsillo. Ese grupo podría ser perfectamente el de los vascos Shinova, que no es precisamente un recién llegado al panorama pop, pues el disco que editan hoy con el apoyo de Sonorama y Warner no es el primero sino el cuarto.
Lo presentaban este jueves en el Museo Cerralbo de Madrid, realizando hasta 3 sets para la prensa en algo menos de 2 horas: uno supuestamente acústico en los jardines (que no fue tal más allá de sus primeros acordes mientras la gente entraba) y una doble sesión en una sala interior con los asistentes ya sentados. ‘Volver’ se afianzó como la canción estrella de su repertorio cerrando tanto set “acústico” como más eléctrico, si bien su líder Gabriel de la Rosa se las ingeniaba también para que los asistentes se sumaran a la letra de ‘Para cambiar el mundo’ o diera palmas durante varios de los temas. Teniendo en cuenta que allí sólo había gente del mundillo, en general algo estiradilla, tuvo su mérito.
Las canciones que sonaron durante la primera parte (‘Qué casualidad’, ‘Viajero’, ‘Doce meses’) y las del segundo (‘El combate del siglo’, ‘Tengo’, de nuevo ‘Doce meses’) suenan preparadísimas para Radio 3 (que ya ha estrenado uno de sus vídeos) y arrasar en festivales. ‘El combate del siglo’, por ejemplo, utilizada para abrir el segundo set, comienza arrolladora con secos golpes de batería, para después volar con una épica próxima a los Coldplay llenaestadios. ‘Doce meses’ cuenta con un «yo solo recuerdo tu voz» que a pesar de no ser lo más repetido de la canción, se queda a la primera. ‘Tengo’ cuenta con un falso final para el doble aplauso. El setlist se ve enriquecido con una versión de Depedro… con Depedro (‘Miguelito’) y el grupo no puede sonar más pro y presentable tanto en escenario grande como en escenario pequeño, añadiendo esa honestidad brutal que encanta al público. «Tenemos unas ilusiones enormes con este disco, esperamos que os guste, y si no, no nos lo digáis. La sinceridad…» está sobrevalorada, les faltó añadir.