Breaking news! Cinco millones de discos vendidos después, Emeli Sandé no es más feliz que antes. Los años que han pasado desde ‘Our Version of Events‘ han sido tiempos de no encontrarse a sí misma, de divorciarse después de un año de matrimonio, de viajar a Zambia para visitar la tierra de su padre… Como resultado, las letras de su segundo álbum ‘Long Live the Angels’ hablan de inseguridad (‘Happen’), religión (‘Breathing Under Water’) y ruptura (‘Hurts’, ‘I’d Rather Not’) dando lugar a una larga (larguísima) lista de baladas que hacen parecer a Emeli mucho mayor de lo que es, para mal (tiene 29 años). Ahora que hasta Los 40 Principales se hacen indies, va Emeli Sandé y se hace definitivamente clásica. La cantante que se diera a conocer con la espléndida ‘Heaven’ a duras penas recuerda aquí a los Massive Attack de ‘Teardrop’ en un ritmo de ‘Breathing Under Water’, que además es más Robbie Williams que otra cosa, por mucho que haya forzado el góspel al final; y mínimamente aporta algo distinto en ‘Garden‘, que además parece una maqueta de Beyoncé… de hace tres años. No todo el mundo tiene que ser el más moderno del lugar, pero los co-productores Mac & Phil, Chris Loco y Naughty Boy tampoco es que tuvieran mucho que hacer con unas composiciones insustanciales que recuerdan demasiado a otras cosas: ‘Hurts‘ viene a ser ‘Rolling in the Deep’ y ‘Tenderly’ hace echar mucho de menos a TLC. Peor aún: la mayoría pasan desapercibidas. ‘Long Live the Angels’ es en muchos sentidos el típico disco post-fama de un artista joven, en el que el dinero y el vacío que este suele traer le deslumbran tanto, que es incapaz de comprender las limitaciones de su talento.
Calificación: 4,5/10
Lo mejor: ‘Every Single Little Piece’, ‘Garden’, ‘Hurts’
Te gustará si: tus favoritas del primero eran las baladas.
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