Ha girado con Lenny Kravitz y sido sampleado por Drake en ‘If You’re Reading This It’s Too Late’. No parecen credenciales de lo más fiables: no es especialmente relevante para nadie a quién traiga Kravitz de gira y Drake es uno de los artistas pop más influyentes de la actualidad, pero sus últimos trabajos no han sido grandes victorias artísticas precisamente. Sin embargo, Gabriel Garzón-Montano tiene algo.
Debemos a Drake (solo en parte) haber dado mayor exposición a este artista que se daba a conocer en 2014 con un EP de neo-soul, R&B y funk titulado ‘Bishounè: Alma del Huila’, que suma entre todas sus pistas cerca de 10 millones de escuchas en Spotify. Tras un repaso al disco es fácil dilucidar que existe algo especial en el talento de Garzón-Montano que no termina de florecer en este EP, pues el estilo, rico pero espacioso, esquelético incluso, domina en unas canciones de escucha agradable pero intrascendentes. Había promesa, eso sí, en canciones como la solemne balada ‘Six Eight’, que sampleaba Drake en ‘Jungle’, o ‘Everything is Everything’, que burbujeaba con gracia y sensualidad.
El single más reciente de Garzón-Montano, ‘Crawl’, es bueno de verdad, no obstante, y revela el verdadero alcance del talento de un compositor con estrella y habilidad para manejar el lenguaje del R&B clásico y transmitirlo con frescura al público actual. No hay tantos artistas blancos que triunfen con reproducciones modernizadas del sonido de Al Green, Bill Withers y Minnie Riperton: Jamie Lidell, Bernhoft o Jamie Woon son tres de ellos y Garzón-Montano encaja en sus filas. Su disco, ‘Jardín’, sale el 27 de enero y, con el beneplácito de Drake (vale, también el de Lenny Kravitz), claramente a este chico podrían esperarle grandes cosas.