Tras el lanzamiento este pasado viernes de otro single de su nuevo disco ‘Witness’, Katy Perry acudía en la pasada madrugada a presentar precisamente esa canción, la noventera ‘Swish Swish’, y su single previo, ‘Bon Appétit’, al popular show televisivo Saturday Night Live. Co-presentado por el actor Dwayne Johnson “The Rock”, Perry realizaba una interpretación bastante entretenida de su más reciente tema que, aunque no contó con la presencia de Nicki Minaj, como sí ocurre en la versión que conocíamos, tuvo numerosos invitados.
Concretamente, numerosas drags y otros maravillosos especímenes humanos como un contorsionista o una mujer cubierta de pintura metalizada que poco a poco iban desfilando por la pasarela central del escenario. El impacto final lo ofreció, precisamente, un chico de apariencia convencional que, sin embargo, se marcaba un llamativo baile balanceando sus largos brazos. Un efectista número que pretende poner el acento en el mensaje de esta canción que Perry ha definido en una entrevista con Jimmy Fallon como “un gran himno para la gente cuando alguien esté tratando de humillarles o acosarles. (…) ‘Swish Swish’ representa la liberación de todo la negatividad que no te sirve”. Perry ni desmiente ni confirma si, como se viene rumoreando, se trata de una respuesta a ‘Bad Blood’ de Taylor Swift.
La segunda actuación que ofreció Katy fue bastante más sosa y predecible. Para interpretar una ‘Bon Appétit’ que no tiene ninguna pinta de remontar en los charts, imitó solo la parte menos divertida-gore de su clip oficial y se tumbó en una mesa llena de fruta rodeada de unos comensales que incluía a los raperos de Migos. Y nada más que añadir. ‘Witness’ se publica el día 9 de junio.