Triángulo de Amor Bizarro son hoy viernes uno de los grandes platos fuertes del Santander Music, por el que también están a punto de pasar Los Planetas y The Vaccines y mañana sábado Lori Meyers y La Casa Azul. Aprovechamos la ocasión para hablar con el carismático batería Rafa Maíllo sobre los numerosos premios recibidos por ‘Salve discordia‘, la gira que les espera aún y cómo van con la sucesión de su exitoso cuarto disco.
¿Qué impresiones tienes de la gira un año y medio después de haber empezado?
En general estamos súper contentos. Le dedicamos muchos recursos al disco. Más que económicos, aunque Mushroom se portó, nos centramos mucho en la composición. Y al salir a tocar nos encontramos con que llegábamos a más gente sin que fuera el disco más accesible. Hay mucha más gente mayor, mucha más gente joven, jóvenes con sus padres… Eso ha sido lo más sorprendente. Llegamos a más gente sin saber muy bien cómo.
¿No habláis entre vosotros por qué creéis que puede ser?
Estamos todos muy contentos con el disco, así que lo achacamos a eso. La producción de Carlos (Hernández) logró redondearlo. Por un lado, llevamos mucho tiempo y a la gente le sonamos y de tanto sonarte un grupo, vas a verlos. Y creo que somos un grupo que convencemos en directo. Hay gente que se te acerca y te dice: «el disco no me convencía, pero el concierto sí». Aunque con este disco no nos han dicho esto último. Yo creo que ha coincidido que llegamos a más peña y que nos salió una perlita.
Hay gente ya en vuestros conciertos que parece que solo conoce las canciones nuevas, con la salvedad de ‘De la monarquía a la criptocracia’. Pero ‘El fantasma de la transición’, ‘El himno de la bala’, ‘Mal como efecto de la mala voluntad’, ‘Amigos del género humano’… parece que se pueden caer del repertorio en cualquier momento, y de hecho alguna ya va cayendo.
Hay gente a la que no le llegó el primer disco. Aunque ‘De la monarquía a la criptocracia’ es la canción que más conoce la gente. A la hora de preparar el set, no pensamos mucho en eso. El set va cambiando más según lo que nos va apeteciendo a nosotros, más que cualquier otra cosa. También estamos tocando más del último disco, lógicamente, y hay canciones que dejas un poquito más atrás. Necesitamos refrescar. Hay canciones que dejas de tocar y luego las retomas y te suenan más frescas, hay canciones que tienes que ir trabajando un poquito.
¿Cuál te parece el disco accesible de Triángulo?
Buena pregunta (se ríe). El primero llegó en un momento en el que no había eso, pero sí era un sonido como de algo que había estado ahí. Yo en el primero no estaba en el grupo, lo viví como público, y conociendo al grupo del local de ensayo, porque yo tocaba en otra banda. Por eso diría que el primero. ‘Año santo’ fue un disco muy de directo. ‘Victoria mística’ fue un disco de probar cosas, desde la forma de componer hasta la de grabar. Y este último no me parece accesible. Me parece que hay ruidaco, que se consiguen tonos, aunque sea muy pop, con mucha oscuridad. Tampoco pillo mucho lo de accesible / no accesible. El concepto de música pop es amplio, para mí el industrial es pop. No todo el mundo escucha Esplendor Geométrico, pero forma parte de la cultura popular.
¿Con el tercer disco tuvisteis la sensación de que era el mejor que habíais hecho?
Más que el mejor disco es la sensación de que es lo mejor que puedes hacer. Si no, no lo sacas. En todos los discos tienes que registrar lo mejor que estabas haciendo. En un segundo y un tercer disco no tienes el tiempo que tienes con el primero, haces canciones y sabes que en un plazo corto de tiempo las tienes que sacar y tocar. Nosotros intentamos meter canciones nuevas en el repertorio para ver cómo responden, y en el disco haces lo mejor que puedes hacer en ese momento.
‘Barca quemada’ no fue uno de los singles de presentación, pero al final es la canción más escuchada, la dejáis para el final en los conciertos, etcétera, ¿en qué momento os disteis cuenta de que se os había ido de las manos? ¿Os arrepentís de no haber pensado que fuera el single principal?
Realmente para nosotros siempre fue de los puntales del disco. Nos gusta hacer canciones muy pop en todos los discos. En este para todos era la tope de gama. Ahora ha salido en un EP, la diferenciamos metiéndola con otras cosas que no iban en el disco, dándole entidad. Escogimos como single ‘Desmadre estigio’, que quizá despistaba un poco, y eso también me gustó. También ‘Baila sumeria’. ‘Nuestro siglo Fnord’ también era muy importante para nosotros, ese concepto de canción pop, pero muy diferente. Nos gusta explorar distintos tipos de música pop. Lo de los singles es complicado para el grupo. La sensación que tienes tú haciéndola y lo que puede llegar al público y le puede gustar más… es un poco difícil verlo estando dentro del grupo. ‘Salve eris’ entiendo que no sea un single por duración, pero mucha gente nos dice que es de sus canciones favoritas.
Supongo que para vosotros decidir un single es decidir qué vídeo hacer, pero ‘Barca quemada’ se queda sin vídeo, ¿verdad?
Habría que verlo (risas). Depende un poco de los tiempos y de todo… Había planes de hacerlo, pero no sé si se podrá hacer. Ya pasó mucho tiempo de este disco, pero la idea era hacer más vídeos y fuimos haciendo lo que pudimos. El de ‘Nuestro siglo Fnord’ lo hicieron unos amigos nuestros. Ahora estamos haciendo cosas nuevas, pero aún puede ser…
«Estamos empezando a hacer cosas nuevas, a recopilar, a mirar pequeñas ideas… Pero con muy poca prisa».
¿Qué cosas nuevas estáis haciendo?
Con la calma, alguna cosa… Tenemos algo maquetado. Pero hay que ir tentando, puede que se tire todo a la basura. Estamos empezando a hacer cosas, a recopilar, a mirar pequeñas ideas… Pero con muy poca prisa.
¿Qué sentir, qué sonido hay en esas nuevas ideas? ¿Algún acontecimiento que pueda marcar la composición?
Bufff… realmente estamos intentando hacer cosas diferentes, pero ni sabría decirte hacia dónde está tirando la cosa. Hasta que no tengamos una serie de canciones, no me atrevería. Tenemos un par de ideas trabajadas y no sabría decirte de qué palo van. Cuando tienes más temas, a veces haces una canción y luego la contraria. Y no estamos en ese punto. Juntamos bases en el local, y estamos trabajando sobre ellas. No hay nada definido. No hay nada aún claro. Ni un sonido, ni un estilo. Es una amalgama. Un protoplasma.
¿Creéis que puede haber una reacción a algo? Política. O una reacción al lado más pop del último disco.
No. Y sí. No te puedo adelantar. No están lo suficientemente trabajadas. Reacción siempre hay. Nosotros podemos hacer una cosa y la contraria. La situación en general es… Las letras salen de lo que vivimos, la gente que nos rodea afecta a cómo hacemos canciones. Pero en estas nuevas no puedo decirte que estén tirando hacia un lado o hacia otro.
La versión ‘A Cantiga de Juan C’ es una canción muy coreada en vuestros conciertos, en los que al principio nadie cantaba. Ahora está este momento bastante «fiesta popular», ¿a vosotros eso os gusta? Lo pregunto por ‘Estrellas místicas’, en la que hablabais sobre vuestra relación de distancia con el público.
(risas) No te creas que nos pasa tanto (lo de que la gente cante). A mí sí me gusta. Que el público dé feedback es bueno. Si está como tablas… Cuando la gente poguea, salta, eso mola. Te ayuda a seguir. El hecho de que las canten, te gusta. No somos muy conscientes de ese tipo de pose o de lo que sea de «no me mola». A mí me gusta que la gente esté metida y reaccione de alguna manera. ‘A Cantiga de Juan C’ para nosotros fue una oportunidad de hacer una canción muy de Galicia con guiños a cosas que los gallegos conocen. Y con el tema de Galicia del eterno retorno o no poder retornar. Era una canción tradicional y era una manera de diferenciarla. Y que le guste a la gente me parece muy guay, porque era una canción muy de Galicia.
¿Qué les pareció a Hidrogenesse la versión de ‘Vuelve conmigo a Italia’?
A la gente le flipó. Eso había sido para ‘Hoy empieza todo’. Un grupo hacía una versión de un grupo y ese grupo tenía que versionar al siguiente grupo que iba. Fue a salto de mata, creo que Isa estuvo con Hidrogenesse en el programa y creo recordar que ellos dijeron que sí les había gustado. Nosotros no es que seamos fans de hacer versiones, pero son cosas que van saliendo y al final tienes un montón de versiones. Dar una vuelta a las versiones nos gusta. En ‘A Cantiga de Juan C’ trabajamos más en la letra y en la de Hidrogenesse el sonido. También hicimos ‘Esa extraña inercia’ de Lagartija Nick y la llevamos a nuestro terreno, cambiando la base. Antonio (Arias) escribió unas cosas diciendo que le había gustado mucho. Son canciones que están hechas y que están muy bien, es darles una vuelta. Y es una cosa que a la gente le gusta.
Habéis arrasado en los Premios MIN y en el Premio Ruido. Se os vio emocionados pero lo justo. Rodrigo no habla, siempre habla Isa… ¿Cuánta ilusión os ha hecho?
Nos hizo ilusión. Me pasó una cosa con esos premios. Tú grabas un disco, le dedicas un tiempo, va bien, pero no tienes momento de celebrar. Los premios sirvieron para eso, para celebrarlo. «No estamos locos, hay gente que son los entendidos y dicen que les gustó». No se quedó solo en que estamos satisfechos. Tampoco vives para los premios, nos dedicamos a tocar, el público es lo más importante, pero que te reconozcan es algo que a todos nos gusta. (El disco) es un trabajo que fue muy duro, le dedicamos tiempo en exclusiva, lo hicimos de otra manera, con mucho cuidado. (Los premios) fueron una celebración y una satisfacción. Además, todo esto tiene una repercusión y hay gente que te ve solo por esos premios.
«Me parece muy bien que no haya separación de la clase política y de la cultura. Esa gente debería escuchar música»
¿Conocisteis a Errejón, verdad? ¿Qué os dijo?
Sí, muy majo. Nos lo encontramos en los premios MIN. Hablamos 5 minutos, era el momento final, después del teatro. Nos dio la enhorabuena, nos dijo que muy buen trabajo. Es anecdótico, pero me parece muy bien que no haya separación de la clase política y de la cultura. Esa gente debería escuchar música, y que hubiera alguien de la clase política me parece positivo.
He percibido en un par de entrevistas que hay artistas que empiezan a quejarse de que siempre ganáis todo. ¿Os ha llegado?
No, la verdad. Date cuenta de que estamos metidos en Galicia, apartados del ruido y no nos llega nada de eso. No vivimos para las premios, es algo que está bien, es inesperado, un reconocimiento. Confío en que sea porque lo estamos haciendo bien y no porque estamos «ahí».
¿Qué vais a hacer cuando en vez de los primeros de todo, os pongan, no sé, cuartos o quintos?
(se ríe) Vamos a seguir haciendo lo mismo. Lo que nos define es que somos muy críticos con lo que hacemos y que no sacamos nada que no nos convence. Seremos lo que considere la gente. Es lógico que la gente vaya cambiando igual que nosotros. Por ahora lo disfrutas y si algún día acaba, será otra cosa, pero seguiremos haciendo lo que creamos que sea lo mejor. No nos gustaría estancarnos, no respecto a las modas, sino respecto a nuestras inquietudes.
Bueno, luego está Rockdelux, que nunca os sitúa como lo mejor-mejor. ¿Tenéis alguna broma interna sobre si seréis alguna vez el disco del año para ellos?
Fui lector de Rockdelux, más de lo que soy, ahora no compro muchas Rockdelux. Todos fuimos y seguimos siendo más o menos lectores de Rockdelux y de Ruta 66, las revistas clásicas. Realmente tampoco hablamos mucho sobre el tema. Estamos en la rutina de tocar y pensar en lo siguiente que vamos a hacer. Somos un grupo que dedica mucho tiempo a lo que vamos a hacer después. Y esto es como los premios, está guay tener visibilidad. Cada publicación es un mundo.
Te he googleado y he visto que das clases de batería. ¿Aún puedes? He visto que os vais a México de gira…
Sí, bueno, ahora en verano estoy más ocupado con los conciertos, pero sigo teniendo mis alumnos. Son muy flexibles y yo también, porque el tiempo que tengo es el que tengo. También es cierto que con toda la gente a la que cojo, ya lo tenemos hablado. Igual alguna vez no se puede, pero lo sigo. Es una cosa que me gusta bastante. Se va compaginando bastante bien.
No soy músico, pero como batería pareces un hacha, pero además eres muy visible sobre el escenario, tienes mucha presencia escénica, ¿cuáles han sido tus referencias?
Yo tampoco tengo una formación, aprendí a tocar con un colega jevi, que me llevó a su local, me enseñó ritmos y fui tocando y tocando. Conciertos veía todos lo que podía y de ahí saqué lo que tú llamas «presencia escénica». Sobre todo me influyeron la batería de Yo La Tengo y el de Sonic Youth, con los que pensé «esto es una manera de tocar la batería». De Yo La Tengo vi varios conciertos, pero sobre todo un concierto en Santiago me dejó pensando que ella era un metrónomo. Y tiene estilazo pero no tiene lo que tú llamas «presencia escénica», que en mi caso no es que sea a propósito, es lo que me sale.
¿Esta tanda de fechas anunciadas son las últimas, el año que viene seguiréis tocando, o planteais un fin de gira como tal?
Somos un grupo que necesita tocar, necesitamos tocar en directo para sentirnos bien en directo, para mantener el nivel que queremos. En vistas al año que viene tendremos que reducir, porque no podemos hacer cosas nuevas y conciertos a la vez. No es lo mismo ensayar que tocar en directo. El año que viene algún concierto vamos a hacer, pero nos centraremos en tocar cosas nuevas.