Se dice que muchos artistas están donde están por el apoyo conjunto de industria y medios, que han visto un beneficio común en vender un producto concreto. Esto, desde luego, no es algo que se pueda decir de Dani Vidal. El ascenso al éxito de Rels B es uno de esos de los que te alegras especialmente, al ver que la mezcla de talento y constancia han dado sus frutos –la vida artística no es una viñeta de Mr. Wonderful, la mayoría de las veces no ocurre esto– en alguien que, además, tuvo que dejar los estudios a los dieciséis para trabajar en lo que saliese y llevar algo de pasta a casa. “El bar donde curraba ahora está cerrao / la obra en la que estaba ya se ha terminao / me llamaron pa currar repartiendo pescao / pero ya estoy ocupao, sí, cortando el bacalao” dice, al respecto, en ‘Re-Member‘, uno de los mejores temas de este segundo trabajo (el primero fue en 2015, ‘Player Hater’, y en 2017 llegó el tercero, ‘Inéditos’, que en breve reseñaremos). La mezcla de rap, r&b y electrónica, la eficaz producción de Itchy & Buco, la honestidad de sus letras, su capacidad para crear hooks y una voz que, de hecho, no está nada mal, son algunos de los ingredientes presentes en este ‘Boys Don’t Cry’ cuyo mayor éxito (‘Made in Taiwán‘ y sus casi 10 millones de reproducciones en Spotify) no es lo mejor del disco. Y que se diga esto de un álbum es bastante positivo.
“La primera novia es una puta siempre / pero te enseña para las siguientes” canta, por ejemplo, en ‘Fiesta en Keli’. Comentó Rels B en una entrevista que había quien le había dicho que titular ‘Boys don’t cry’ a su disco era machista, además de aclarar que él no estaba a favor del machismo ni del feminismo. Lo cierto es que un título de disco no es machista, lo es –o no– el concepto del que quieres hablar con ese título. Se me viene a la cabeza que el ‘Blond’ de Frank Ocean se iba a titular ‘Boys Don’t Cry’, y que aquel título representaba el corte de mangas de Frank a la idea de masculinidad que desde pequeños se mete por cojones -nunca mejor dicho- a él y a todos los hombres (muy recomendable al respecto ‘La máscara en la que vives’, por cierto). Los chicos lloran, claro, y claro que no se es menos fuerte por ello, siendo fuertes y valientes quienes muestran sus emociones públicamente, como el mismo Rels B ha dejado caer en alguna ocasión, también en sus letras (“dile a los chavales / que dejen de creerse gangsters, que besen a su madre” dice en ‘Money Over Bitches’). Ha pasado casi un año de aquella entrevista; es posible que, desde entonces, Dani se haya dado cuenta de que machismo y feminismo no son equivalentes y, de ser asi, sería un puntazo ver esto reflejado en sus temas (a pesar de frases así, consta que sí tiene cierta concienciación al respecto).
Decíamos que ‘Made in Taiwán’ no era lo mejor del disco. Pues bien, ese mérito va para cortes como ‘Baila Más‘ -un coqueteo con el R&B junto a Javier Simón (recomendable también su ‘Night Shift‘) que no desentonaría en ‘Ídolo’-, como el ya mencionado ‘Re-Member’ -donde Dani demuestra que no necesita enumerar cochazos para rapear sobre su camino al éxito-, como la colaboración con el canario Bejo ‘Agassi‘ y, sobre todo, con el mayor acierto del álbum para quien esto escribe: ‘Vamos a Mirarnos‘. Sensualidad y sinceridad se funden en esta canción, cuya letra es especialmente destacable (“me creo lo que dices, pero no del to / aunque contigo me apetece creérmelo” es uno de los ejemplos). Estos temas, y el ambiente general del disco, no hacen sino confirmar a ‘Boys Don’t Cry’ como un interesante álbum urban, y a Rels B como un tío con bastante potencial en este campo.
Calificación: 7,1/10
Lo mejor: ‘Vamos a Mirarnos’, ‘Re-Member’, ‘Baila Más’, ‘Agassi’, ‘Made in Taiwán’
Te gustará si te gusta: C. Tangana, The Weeknd, Recycled J, Post Malone
Escúchalo: Spotify