Este 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, hay convocada una huelga de alcance mundial. En España reina cierta confusión. Por un lado, hay una huelga de 24 horas convocada por los sindicatos minoritarios, CNT, CGT y Confederación Intersindical. Sin embargo, los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) sólo convocan a paros de dos horas. También hay huelga de estudiantes, de cuidados y consumo. La de cuidados es para visibilizar hasta qué punto el cuidado de las personas es una tarea abrumadoramente femenina. La segunda, para denunciar el sesgo machista del capitalismo. Pero en la huelga general, ¿hemos de parar solo las mujeres para resaltar hasta qué punto afectaría a la economía nuestra ausencia? ¿O es una huelga que puede realizar todo el mundo?
El panorama es algo ambiguo para las trabajadoras de todas las áreas. No menos puede resultar en el mundo de la música. Desde JENESAISPOP hemos querido realizar una pequeña consulta a una representación de artistas y trabajadoras de la industria musical sobre los motivos por los que van a secundar o no la huelga. No están todas, ya que por motivos de agenda o falta de tiempo no todas las contactadas han podido respondernos, pero las que sí nos han dado unas respuestas muy interesantes.
«Creo que va a ser muy emocionante ir a la marcha y nos va a dar muchas fuerzas y esperanza ver a tanta gente movilizada por la lucha por la igualdad. Women rights are human rights!». Ana Perrote, Hinds.
A la pregunta sobre si van a realizar la huelga, la respuesta es abrumadoramente positiva. De hecho, Maria Arnal incluso ha pospuesto su concierto con Marcel Bagés en el Café del Teatre (Lleida) para el 5 de abril, con motivo de la huelga. Hinds están entusiasmadas ante la convocatoria. Amber Grimbergen declara: “queremos un cambio real en la sociedad, somos nosotras (TODAS nosotras) las que debemos construir este camino”. Ana Perrote añade: “creo que va a ser muy emocionante ir a la marcha y nos va a dar muchas fuerzas y esperanza ver a tanta gente movilizada por la lucha por la igualdad. Women rights are human rights!”. Para rematar, Ade Martín nos dice: “Sí hay que aprovechar que por fin hemos conseguido tener la atención en nosotras y utilizarla bien. El jueves es una oportunidad perfecta para reivindicar nuestros derechos”. Louise J. Sansom, de Anímic y Hidden Tracks responde: “Hace unos años no me daba cuenta de cómo el machismo afectaba el presente y el futuro de las mujeres, no pensaba en el feminismo, no era «consciente» de la necesidad de ser feminista, pero gracias a mujeres que luchan cada día por nosotras he podido ir viendo y aprendiendo a abrir los ojos y ver cómo tanto las cosas pequeñas como las grandes nos hacen quienes somos. Yo haré huelga en honor a las que lucharon por nosotras, por las que luchan hoy y por las que lucharán mañana, lo hago por mi hijo y lo hago sobre todo por mí”.
«Todas las desgracias acontecidas durante el año te dan fuerzas para participar en este tipo de actos, como las últimas desafortunadas declaraciones del señor Munilla, obispo de Donosti». Julia de Urreaga, Rural Zombies.
Julia de Urreaga de Rural Zombies es más explícita en sus ataques y las razones que le llevan a secundar la huelga: “Sí, el 8 de marzo secundaré la huelga feminista. Considero que es una lucha que hay que librar día a día, pero tener un día internacionalmente reconocido como este creo que puede ser muy impactante y positivo para las mujeres y todas las personas en general que apoyen la igualdad de una manera pacífica. Además, todas las desgracias acontecidas durante el año te dan fuerzas para participar en este tipo de actos, como las últimas desafortunadas declaraciones del señor Munilla, obispo de Donosti, en las que considera que «el feminismo de género es el suicidio de la propia dignidad femenina». Yo no soy religiosa, pero la gente que lo sea espero que sepa diferenciar la fe de la doctrina patriarcal impartida por una institución tan poderosa como la Iglesia, en la que casi todos los altos cargos, qué casualidad, son hombres. Creo que el que no admite que existe una brecha salarial entre hombres y mujeres está cegado por los valores machistas que nos han sido inculcados desde pequeños, los que hacen que aún a día de hoy algunos crean que las mujeres merecemos menos. Personalmente, me parecen razones suficientes para salir a la calle”.
«Conforme vas creciendo te das cuentas de que por haber nacido mujer te toca menos de todo, y eso no hay Dios que lo trague». Isa Cea, Triángulo.
Isa Cea de Triángulo de Amor Bizarro no se queda atrás: “Sí, haré la huelga, esta vez es una cuestión de respeto propio. Conforme vas creciendo te das cuentas de que por haber nacido mujer te toca menos de todo, y eso no hay Dios que lo trague. Nos toca aguantar injusticias sociales, legales y sobre todo morales por no ser hombres, así de claro. Las mujeres somos las personas que más tiempo llevamos oprimidas sobre el planeta. Es insostenible y vergonzoso que esto siga pasando en cualquier país del mundo”. Las Odio hacen especial hincapié en la huelga de consumo: “Opinamos que se trata de una huelga con varios aspectos muy interesantes, cuya finalidad es mostrar el hueco que deja la mujer si decide parar, tanto en el terreno laboral como en el de los cuidados. Además está la otra parte de la huelga de consumo, que también es muy simbólica. En un momento en el que el feminismo ha logrado llegar a los grandes medios, pensamos, para quedarse, se está produciendo, en algunos ámbitos, una capitalización del discurso. Pero como movimiento de izquierdas que es, el feminismo siempre ha estado en contra del capitalismo, por lo que es muy significativa la parte de huelga de consumo».
«Me apetecía mucho poner lo de “cancelado por huelga feminista», pero al final hemos llegado a la conclusión de que un concierto es algo que pasa un día y si no, no pasa. No es como una obra de teatro. Hemos decidido que, para hacer huelga de consumo, no venderemos tickets a partir de las doce de la noche». Christina Rosenvinge.
Hay excepciones por eso dentro de este panorama a favor del paro el 8 de marzo. Lore de Belako se lamenta: “Al ser autónoma no tengo esa opción, pero sí que puedo unirme a las reivindicaciones acudiendo a las manifestaciones convocadas el 8 de marzo. Daremos un concierto en Murcia, así que nos sumaremos a la manifestación de las 20:00 en la ciudad». Ariadna Paniagua de Punsetes declara: “No voy a hacer huelga, pero respeto a quien quiera hacerla”. Christina Rosenvinge tampoco hará huelga… estrictamente. Ha decidido no cancelar el bolo que tiene programado para el 8 de marzo en la sala Apolo y convertirlo en un acto reivindicativo: «Está resultando de lo más emocionante. Estoy como si tuviera quince años. Ha provocado una ola de sororidad inédita hasta ahora (…) Me apetecía mucho poner lo de «cancelado por huelga feminista», pero al final hemos llegado a la conclusión de que un concierto es algo que pasa un día y si no, no pasa. No es como una obra de teatro. Hemos decidido que, para hacer huelga de consumo, no venderemos tickets a partir de las doce de la noche. Y cederé el escenario a las mujeres de la música, a la plataforma MYM (Mujeres y Música), leeremos un manifiesto del 8M que es común y elaboraremos uno específico”.
Pero no sólo la incidencia se va a notar sobre los escenarios, sino también detrás. Clara Pérez, una de las responsables de comunicación de Sony, confirma que secundará la huelga: “Me parece un acto necesario a la hora de ejercer mis derechos y causar un impacto tanto en el entorno donde me relaciono como en la empresa donde trabajo, más si tenemos en cuenta que en mi departamento somos casi todas mujeres”.
¿Hay más precariedad entre las artistas femeninas?
«Máximo respeto a todas, pero si una mujer no puede levantarse ante un programador y decirle: «cambiamos la fecha o no hago este bolo» vamos muy mal, a mí me pesan más mis valores que ganar un bolo más»». Louise Sansom, Anímic.
Hay otra cuestión que aflora al respecto de la huelga. En el artículo que publicaba Mondo Sonoro sobre el 8 de marzo, destaca una escueta pero contundente declaración de La China Patino de Cycle en que afirma que, si tuviera bolo el 8 de marzo: “no podría hacerla [la huelga], ya que me quedaría sin comer”. En un mundillo en que los grandes nombres que atiborran salas y encabezan festivales son eminentemente masculinos, ¿qué opinan las entrevistadas del punto de vista de Patino? ¿Es la precariedad en la industria de la música eminentemente femenina? Louise reflexiona: “No creo que sea algo femenino en este caso, no, eso es algo personal y sin género. Tú eres la que decide el valor de un movimiento. Yo no estoy de acuerdo con La China Patino, justamente es en estas cosas en las que hemos de esforzarnos para que haya cambios, y además, cuando eres músico, la precariedad es tan evidente que sinceramente, no te va a venir de un bolo. Esto además (para mí) muestra el problema más grande de todos, el de entrar en esa rueda viciosa del sistema, si dices que sí en un día tan importante, solo por lo económico, estás dejando de lado al resto de personas por tus propios intereses, ni más ni menos, pero es que además abres puertas a que esa ‘precariedad’ sea aceptada, que se pueda usar porque hay personas que dicen «vale, yo lo haré». No podemos avanzar si no estamos unidas. Otra cosa es que quieras utilizar ese concierto como acto reivindicativo. Mira, yo soy la primera que nunca tengo ni un duro, toco menos de lo que me gustaría y con cachés que la mayoría de las veces son de vergüenza, pero a veces hay que comer un poco menos y luchar un poco más (…). Está claro que la precariedad afecta, y consigue que muchos no hagan huelga, pero eso no significa que no tengan el derecho legal de hacerlo, ni quita el hecho de que hacerlo o no hacerlo sea una decisión personal. Yo no me meteré en los porqués de los demás, máximo respeto a todas, pero si una mujer no puede levantarse ante un programador y decirle: «cambiamos la fecha o no hago este bolo» vamos muy mal, a mí me pesan más mis valores que ganar un bolo más”.
«Pienso que, ya que hacer huelga es un derecho y no una obligación, cada cual debe valorar su situación personal y tomar una decisión al respecto sin ser juzgado». Ariadna Paniagua, Punsetes.
Julia de Rural Zombies confiesa: “yo estoy estudiando, así que no puedo hablar por los que trabajan, pero puedo entender que haya gente que perder un día de trabajo le suponga un problema o no se lo pueda permitir. Siempre y cuando en el día a día se luche por nuestros derechos puedo apoyar esta decisión. Pero también creo que a veces hay que hacer un esfuerzo, porque no todos los días nos juntaremos tantas mujeres para alzar la voz. En general, todo el país está viviendo una situación de precariedad laboral, pero es cierto que se acentúa en el ámbito cultural, y aún más en el sector femenino.”. Isa de TAB defiende la postura de La China: “Comprendo perfectamente a la China Patino y también a todas las mujeres que por diferentes circunstancias ese día no puedan dejar su lugar de trabajo o abandonar a las personas que tengan a su cuidado. Son esas cargas y esa precariedad laboral las que nos dejan tantas veces sin opciones. Las que sí podamos ir gritaremos más para que no se note su ausencia”. Sobre si la precariedad es eminentemente femenina, añade: “Siempre he pensado que la industria es realmente quien gobierna y quien marca las pautas sociales que más le pueden beneficiar. Siempre con una mentalidad ultra conservadora y anteponiendo el capitalismo al ser humano, y así nos va. Son esas las primeras puertas que hay que tirar abajo, porque si solo hay hombres en lugares tan decisivos seguiremos como hasta ahora”.
«Sinceramente, no le veo el sentido a cancelar un concierto y llamarlo huelga, ya que es una fiesta a la que la gente se une para escuchar». Cris de Belako.
Ariadna de Punsetes se muestra comedida: “Pienso que, ya que hacer huelga es un derecho y no una obligación, cada cual debe valorar su situación personal y tomar una decisión al respecto sin ser juzgado. Si por motivos económicos no te puedes permitir cancelar un bolo, lo respeto igual que si decides hacer huelga. Creo que la situación de dificultad económica es generalizada, y afecta a muchos grupos, estén formados por hombres o por mujeres”. Cris de Belako se sincera: ”La verdad, nunca he visto Belako como un trabajo real, primero porque la música siempre ha sido nuestro hobbie y segundo porque de momento no nos da de comer. Pero, sinceramente, no le veo el sentido a cancelar un concierto y llamarlo huelga, ya que es una fiesta a la que la gente se une para escuchar. Y en este caso, día 8 de marzo, aprovecharemos ese momento en el que la gente nos escucha para transmitir nuestro deseo de vivir en un mundo de igualdad”.
«Me gustaría que saliera un estudio serio comparando el caché que cobramos las mujeres comparado con el de los hombres. Te dicen que es porque los hombres venden más tickets. Pero es que los hombres tienen más prestigio artístico porque salen en las portadas de las revistas, porque su talento se da por hecho». Christina Rosenvinge.
Pero la que reflexiona más en profundidad es Christina Rosenvinge, llegando a la raíz del problema: “No es fácil de entender a simple vista. Por eso muchos hombres piensan que, si las mujeres no estamos ahí, es porque no queremos. Y no entienden que es porque no podemos. Tiene muchos factores. Hay un factor educacional, primero, porque las mujeres no suelen tener el papel de protagonista. Y, si lo tienen, es porque usa el caballo de Troya de sexualizarse «ahora que todo el mundo me mira, voy a hacer lo que me da la gana». Que a mí me parece totalmente legítima. Pero es que tienes luego un millón de hombres que usan otro millón de técnicas. Las niñas que quieren tocar instrumentos tienen pocos ejemplos delante. O tienen chicas con vozarrón cantando o chicas bailando. Pero pocas veces tienen chicas tocando un instrumento. En la adolescencia, los chicos tienen más libertad y pueden pillar la furgoneta para ir a tocar a un club de mala muerte de Toledo. Las mujeres suelen tener la libertad más restringida por una razón de miedo (…) Pocas veces las mujeres han entrado en proyectos de otros. Y las que hemos logrado desarrollarlos, lo hemos hecho solas. Mujeres aisladas, normalmente con una guitarra acústica. ¿Por qué? La querencia de las mujeres por el folk no es una cuestión de preferencia, sino de supervivencia. Es lo más barato y sencillo si quieres hacer música. Lo que usamos es nuestro capital creativo. Pero implicar a una banda, a un sello que ponga dinero, que inviertan en ti, es mucho más difícil en una mujer que en un hombre. Ese es el principio de la precariedad». Y pone el dardo al añadir: “me gustaría que saliera un estudio serio comparando el caché que cobramos las mujeres comparado con el de los hombres. Te dicen que es porque los hombres venden más tickets. Pero es que los hombres tienen más prestigio artístico porque salen en las portadas de las revistas, porque su talento se da por hecho (…) Como las mujeres no tenemos tanta exposición, ni la misma valoración, al empezar no tenemos a tanto público que nos siga y no vendemos tantos tickets. Es la pescadilla que se muerde la cola. Sólo se puede romper desde la conciencia”.
¿Es el mundo de la música menos machista que el resto?
«Parece que hay una tendencia a pensar que en los sectores artísticos hay menos machismo que en otros. Sin embargo, se trata de un problema estructural, no concreto de una u otra industria o sector». Las Odio.
Otra de las preguntas que planteábamos era si consideraban que el mundo de la música era más, menos o igual de machista que otras áreas. Louise se sincera: “siempre me he dedicado a la industria musical, así que no sabría opinar sobre otros áreas, estoy casi segura de que hay machismo en todas partes, desgraciadamente muchos hombres y mujeres no se dan cuenta de que lo están practicando, con sus comentarios, miradas o gestos. Qué mujer no explica la típica historia de que le da una idea a su jefe (normalmente mayor de 50, blanco y heterosexual), la rechaza sin más, y pasados seis meses la propone como suya, y nosotras lo aceptamos por el bien global de un proyecto. TODAS vamos. (…) Su superioridad es casi inconsciente (y tú encima eres la loca que grita «esa idea era mía»). Lo que queda es denunciarlo, hacer algo al respecto. Yo soy más de hechos que de palabras, así que no comparto muchas cosas en redes ni nada así, pero si actúo en mi día a día, digo lo que pienso sin miedo y si algo no me gusta no huyo en busca de otra cosa, intento cambiarlo, ya sea en una oficina o en una prueba de sonido con el típico técnico machista (que perdonadme pero hay muchos, yo menos mal que tengo a los míos que son unos ángeles, hombres y feministas)”.
Las Odio añaden: “Parece que hay una tendencia a pensar que en los sectores artísticos hay menos machismo que en otros. Sin embargo, se trata de un problema estructural, no concreto de una u otra industria o sector. Se trata de un sistema que permite que las mujeres cobren menos, no sólo porque pueda ocurrir que se les ofrezca menos sueldo de inicio para el mismo puesto que a un hombre, sino porque, además, a lo largo de su carrera, seguramente encontrará más dificultades para ascender o decidirá reducir su jornada para hacerse cargo del cuidado de los hijos. Es un sistema que permite que, en un ambiente laboral, se produzcan casos de acoso sexual más o menos grave, o más o menos aceptado socialmente como piropo o, incluso, elogio, y que fundamentalmente se produce contra las mujeres”.
«En otros puestos especializados de producción, técnico de sonido, stage manager, tour manager, etc, encontrarte a una compañera es casi tan difícil como que te toque la lotería». Clara Pérez, Sony.
Clara de Sony explica: “No sabría decir con exactitud si es más o menos que en otras industrias, pero sí decir que el machismo está ahí y en muchos casos es demasiado evidente. Como en muchos otros sectores te encuentras con que la gran mayoría de puestos directivos o de mayor responsabilidad están copados por hombres y el número de mujeres es ridículamente inferior, al igual que en otros puestos especializados de producción, técnico de sonido, stage manager, tour manager, etc, donde encontrarte a una compañera es casi tan difícil como que te toque la lotería. Ya ni hablemos de artistas o grupos femeninos. El 2017 se cerró con unos porcentajes de participación de mujeres en los escenarios de salas y festivales nacionales que dejaba bastante que desear”. Cris de Belako piensa que “el machismo es una lacra que existe en todos los ámbitos laboral, social, educativo, domestico, cultural… No importa si es más, igual o menos machista, el caso es que es machista. Está claro que todavía hay mucho por hacer, muchas cosas por cambiar y quiero destacar que es responsabilidad de tod@s”.
Christina Rosenvinge explica su historia. “Se ha crecido poco. En el año 92, yo era la única chica que componía música. A mí me llamaron de la SGAE porque había batido los récords de recaudación femenina. ¡Lo cual solo habla de la escasez de mujeres que había! Hemos estado muchos años pensando que esta dinámica era imposible de romper, sin analizarla ni entenderla. En este momento lo tenemos todo a favor. Las mujeres queremos estar y los hombres quieren también ayudar a hacer algo. Las mujeres tenemos que dar un paso al frente. Debe haber mujeres programando, porque los hombres se identifican más con el discurso masculino y aprecian menos la voz femenina (…). Hay un lastre educacional muy difícil de romper, solo desde la conciencia absoluta. Las mujeres ya la hemos desarrollado conciencia feminista. Es el momento en que también la desarrollen los hombres, porque es positivo para todos”.