El acceso de la compañía Cambridge Analytica a los datos de 50 millones de usuarios en Facebook sin su consentimiento ha propiciado el mayor escándalo que se recuerda en esta red social. Al parecer, se llegó a esos usuarios a través de 270.000 voluntarios que decidieron abrir sus perfiles con fines experimentales, todo ello para condicionar el voto en las elecciones presidenciales que al final ganó Donald Trump. Sin cortarse un pelo, Cambridge Analytica anuncia en su web que se ve capaz de condicionar el voto: “encontramos a tus votantes y los llevamos a la acción”. Y es que su hallazgo es que no orienta la publicidad de Facebook solo seleccionando en base a sexo o edad, como permite Facebook a cualquier hijo de vecino, sino que incluye datos psicológicos. Bruselas ha pedido la comparecencia de Mark Zuckerberg, y solo en las primeras horas Facebook ha bajado un 12% en Bolsa.
El estudio se basaba en una aplicación de Facebook llamada myPersonality que incluía 100 preguntas, llevando a la medida de cuán extrovertida, neurótica, conciliadora, polémica o abierta es una persona. Muchos de los que respondieron consintieron el acceso a su Facebook -y por extensión a datos de sus amigos y amigos de sus amigos, etc-, permitiendo el acceso a datos aunque no hubieras contestado el test de 100 preguntas.
Cambridge Analytica se basó en estudios de los investigadores de la Universidad de Stanford y Cambridge, que trabajaron una tabla que publica New York Times y que revela que aquellos usuarios que le han dado “me gusta” a Tom Waits, Björk, Dalí o La Naranja Mecánica, son más abiertos que los fans de Luke Bryan o Cheryl Cole. Se concluye que los fans de Gucci Mane son más extrovertidos que los de Nightwish, que los seguidores de la Biblia son más conciliadores que los que oyen a Marilyn Manson, a Rammstein, Placebo o Judas Priest, y -esta es mi favorita- se sitúa como más neuróticos u obsesivos a los fans de los Smiths, Marilyn Manson o Placebo que a los fans del fútbol.
En base al resultado, cada persona es catalogada y recibe en su muro una serie de noticias para condicionar su voto en la sección de anuncios, y se concluye que, cuando una persona da 10 “me gusta”, se la puede conocer mejor que a un compañero de trabajo; con 70 “me gusta” mejor que a un amigo o compañero de piso; con 150 “me gusta” mejor que a un miembro cercano de tu familia; y con 300 “me gusta” más que a tu pareja. La eficiencia del estudio ha sido cuestionada y Facebook ya ha prescindido de Cambridge Analytica en sus páginas, pero lo seguro es que el Gran Hermano y más allá llegaron hace rato para quedarse.