Hay cosas que funcionan mejor y otras que funcionan peor en el regreso a sus orígenes que supone el nuevo EP de The Weeknd. ‘Call Out My Name’ es la canción que se lo está llevando calentito pese a su conservadurismo, ‘Wasted Times’ es la que más entra por los ojos y compartíamos en nuestra playlist de novedades semanales, las colaboraciones con Gesaffelstein son una curiosidad… pero la canción que puede convertirse en un fetiche para sus fans es la última, ‘Privilege’.
Al margen de que trate sobre su ruptura con Selena Gomez de manera bastante explícita («nos hemos dicho el último adiós / así que intentemos terminar con una sonrisa») y de la aparente referencia a Matrix en la «píldora roja» (abrazar la dolorosa verdad), la canción recrea con bastante tino la tristeza de la recién encontrada soledad.
Y lo hace a través de un bonito piano que suena en bucle al inicio y al final de la canción, recordándonos, sin parecerse particularmente, que The Weeknd era un conocido seguidor de Portishead hace unos años. Si ‘Belong to the World’ era muy ‘Machine Gun’ por mucho que le pesara a los de Geoff Barrow, esta canción sería un poquito ‘Undenied’, como mínimo en cuanto a encanto: un tema que parece pequeño pero obsesiona, pasando a forma parte ya de la carrera generosa en cuanto a grandes canciones de Abel Tesfaye.