‘Cómeme el Donut‘ ha sido uno de los mayores virales de los últimos meses. El vídeo de sus autores, Glitch Gyals, el dúo formado por Lapili y Jirafa Rey, interpretándola en ‘Factor X’, suma 17 millones de reproducciones en Youtube, una salvajada para una canción española que desde luego no ha tenido el apoyo de la radio o estrategia promocional alguna. Subida a Spotify como parte de un EP de 5 temas de Jirafa Rey llamado ‘Arco del triunfo’, se acerca al millón de streamings sin el atractivo del apoyo visual.
Ha llegado el momento de que Glitch Gyals vuelvan a ‘Factor X’ y su nueva idea no ha pasado desapercibida, ha sido el vídeo más visto en Youtube este fin de semana y su representación en el programa suma ya 3 millones de reproducciones. Se trata de ‘Muslona’, una canción para reivindicar la existencia de otros cuerpos, así como la celulitis, cuya base se ha grabado con los muslos de Lapili chocando entre sí. La canción está producida por Beauty Brain (autores de hits como ‘Traketeo’ o ‘Danger’) y fue lanzada la pasada semana con un vídeo oficial que, para más inri, lo ha realizado Cachi Richi, colaborador visual habitual del rapero Bejo –que hace un cameo, por cierto–. «Adoro ‘Muslona'», sentencia como jurado Laura Pausini desde antes incluso de escuchar el tema.
La canción, breve y algo destartalada de nuevo, cuenta con frases como «no tengo el factor X / yo tengo el XL», y recibe el apoyo unánime de los 3 jurados. Risto Mejide dice que “en este país hace falta gente como vosotros en televisión”, que «hace mucho tiempo que no [se] lo pasaba tan bien en televisión» y concluye que el dúo está muy «lejos de ser unos friquis».
Parecía que el programa iba a abanderar una realidad underground en España, la de esos Ojete Calor que agotan en horas las entradas para verlos en salas de 1000 personas, o las de esas Bistecs que actúan ya en La Riviera, con capacidad para casi 2000. Pero no: Xavi Martínez finalmente sentencia y no da una silla al dúo en el programa, perdiendo así el máximo viral para un concurso que se toma demasiado en serio.