La artista colombiana Sol Escobar deja atrás su pasado como Anasol para empezar de cero. Ahora asentada en España, la cantante se muestra en ‘La dama oscura’, disco que ha compuesto y producido enteramente en solitario, como una desgarrada intérprete de la canción latina. Pero no estamos hablando hoy de reggaeton ni de urban: aquí hay canciones llamadas cosas como ‘Bolero 22’ y ‘Ranchera vampírica’ y las sonoridades del álbum pululan igualmente por lo fronterizo o el blues y el folk norteamericanos.
También actriz, Sol Escobar se inspiraba en una de las obras de teatro en que ha trabajado junto a Laura Villegas para componer el primer tema, y después le vinieron otra decena más, renunciando a un par de ellos que no le convencían, dejando ‘La dama oscura’ en 7 cortes que, eso sí, casi alcanzan los 5 minutos de duración de media. Pese a cierto recurrir a la fantasía o al realismo mágico mediante «vampiros» y «fantasmas», estamos ante producciones totalmente apasionadas, como muestra la interpretación de los últimos segundos de ‘Pájaro negro’.
Esa entrega tan loca al amor, a un «amor que es un volcán» como dice ‘Ese amor’, termina resultando algo excesiva, con letras tan dedicadas que bordean lo decadente en momentos como «tú sabes bien que me tienes a tus pies» (‘Ranchera vampírica’) o «mordí el asfalto y me entregué sin pedir nada a cambio» (‘La dama oscura’). En pleno fervor post-8M, las letras de Sol Escobar suenan algo anacrónicas. Sin embargo, según ella misma hay también en algún tema un poso feminista (“no me hables, ya no quiero más, ahora soy la que se va”, dice ‘Fantasma’, entonada por alguien a quien han matado), y este álbum (¿o mini álbum?) no es sino el cierre de una etapa para la artista, pudiendo olvidar al fin una relación que se le quebró hace «8 o 9 años» y que la ha atormentado durante toda esta eternidad.
Ahora asentada en España «por amor», la cantante nos presenta en ‘La dama oscura’ a un interesante álter ego en el que hay que referenciar a Chavela Vargas o a Calexico, pero también a otros artistas más inesperados y sorprendentes. Ella dice admirar mucho a James Blake, por lo que hay que prestar atención a los coros como sampleados de la excelente ‘Disparo’, un cinematográfico single que valdría a Almodóvar, a Lynch y a Tarantino (esas guitarras twang); y también al buen gusto de las cuerdas de pop de cámara de ‘Ese amor’, por mucho que las trompetas sean el arreglo más vistoso.
Sol Escobar actúa este martes 19 de junio en la Sala El Sol de Madrid.
Calificación: 7,2/10
Te gustará si te gusta: un buen drama
Lo mejor: ‘Disparo’, ‘Pájaro negro’, ‘Ese amor’
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