Mientras aún está pendiente de ser juzgado por tratar de estrangular a una chica de 16 años, Daniel Hernandez, más conocido como Tekashi 6ix9ine o 6ix9ine a secas, debe acudir a juicio este mes de septiembre por haber violado el acuerdo con la fiscalía que le permitió eludir la entrada en prisión tras ser condenado por abuso sexual infantil a una niña de 13 años. Un delito de pedofilia que no ha disuadido a Nicki Minaj de trabajar con él en ‘Fefe’: de hecho, su defensa pública del rapero de Florida y la inclusión de esa canción en ‘Queen’ podrían ser una de las causas de su actual impopularidad.
Tampoco parece afectar demasiado al público español, que ha logrado que el clip oficial de su nuevo single ‘Bebe’ se haya convertido en el vídeo (musical o no) más visto de nuestro país, sumando unas cifras globales espeluznantes (en varios sentidos): 32 millones de visualizaciones en 3 días. Parte de este mérito pertenece también a Anuel AA, un cantante puertorriqueño de bastante éxito en el ámbito callejero cuya mixtape ‘Real hasta la muerte’ ha sido número 1 de la lista de streaming de álbumes de España.
Juntos cantan un tema producido por Ronny J de pop tropical que ni siquiera tiene un gancho especialmente atractivo, y cuyo supuesto magnetismo, adivinamos, está en una letra íntegramente en español dedicada a una chica que es infiel a “su hombre” porque es una “diablita” en el cuerpo de una mujer. Cuerpos que, por supuesto, rodean a ambos personajes en un harto predecible vídeo playero. El lanzamiento de este single ha coincidido, además, con la presencia de 6ix9ine en nuestro país, donde ha ofrecido sendas actuaciones en un club de Lleida y en otro de Ibiza, y donde es también conocido por haber colaborado con Yung Beef en su Ep ‘Kowloon Mixtape‘.
‘Bebe’, como ‘Fefe’, no forman parte de ‘Day 69: Graduation Day’, la mixtape que lanzaba la pasada primavera y que, gracias a singles como ‘Gummo’ y ’Gotti’, acumula unos 600 millones de reproducciones en 4 meses. Una popularidad que Hernandez, de tan sólo 22 años, residente en Brooklyn pero de origen mexicano –el vídeo de su primera visita a Puebla, de donde es su madre, repartiendo dólares sin ton ni son a cualquiera que se acercaba a él aunque no se lo pidan, es terrible– ha empezado a pagar: hace poco fue objeto de un secuestro que le llevó a ser hospitalizado.