Hoy se estrena en España ‘Transamerica’, la película que dio a Felicity Huffman, Lynette en ‘Mujeres Desesperadas’, el Globo de Oro a la mejor actriz dramática. Felicity interpreta a Bree, una mujer atrapada en un cuerpo de hombre a punto de pasar por el quirófano y convertirse definitivamente en una mujer. Sin embargo, un acontecimiento interrumpe su sueño: descubre que tiene un hijo adolescente en la cárcel, un auténtico trasto de esos que no le hacen ascos a nada, y su psicóloga le obliga a enfrentarse a su pasado y encargarse de él como condición indispensable para ser operada.
La película oscila entre la road-movie, el cine indie americano a lo ‘Boys don’t cry’ y el telefilm de mediodía. Como en el caso de ‘Monster’, su mayor virtud es la interpretación de la protagonista, que podría poner en peligro el Oscar de Reese Witherspoon por ‘Walk the line’. Y esta vez no está todo el mérito en el maquillaje, sino en la gesticulación de Felicity, su impresionante voz o esa manera de andar que denota el asco que Bree siente hacia su pene, que por cierto podemos ver en una de las escenas cumbre de la película. Por lo demás, sólo una cosa diferencia ‘Transamerica’ de las entretenidas estructuras televisivas: Duncan Tucker nunca cae en el recurso de la lágrima fácil. Sin descuidar el dolor que podría producir en Bree que le denegasen el permiso para su operación, prefiere decantarse por el lado más cómico (que no circense) que una transexual, como persona completamente normal, también tiene. El regreso a casa de los padres, por ejemplo, es hilarante, sin perder dramatismo. Todo un logro. 7