Ingredientes:
-2 filetes de salmón fresco
-5 zanahorias no muy gordas
-3 patatas tamaño medio
-un ramillete (como los de las novias) de brócoli
-nata líquida para cocinar
-queso roquefort
-aceite de oliva
-un poco de miel
-batidora
-horno
Pelad las zanahorias y ponedlas a cocer con una pizca de sal y un poquito de canela en polvo en caso de que tengáis algo por los armarios (si las cortáis en trocitos se tarda menos), junto con el brócoli. Mientras tanto, podéis ir pelando las patatas y cortándolas en tres partes. Después de esto tan simple os podéis relajar un ratito porque la zanahoria tarda mucho en cocerse (vaya rollo) pero sólo 10 minutos, ¡eh!
Ahora, volved a la cocina que vais a caramelizar las patatas con miel. Con un cuchillo de untar, barnizad las patatas por los dos lados planos y las doráis en una sartén con un poco de mantequilla. Cuando están doradas por los dos lados, las ponéis en la bandeja de horno con unas gotas de aceite de oliva y pa’dentro (el horno a unos 200º). Al cabo de unos 15 minutos, hacéis lo mismo con el salmón (pero sin miel). Lo sazonáis y le ponéis un poco de tomillo. Le dais vuelta y vuelta en la sartén y en la misma bandeja de las patatas lo ponéis a hornear. Lo dejáis todo otro cuarto de hora (bajad la temperatura a unos 160º).
Para este momento la zanahoria y el brócoli deberían estar ya en su punto. Si no estáis seguros, pinchad con un tenedor y así comprobaréis si está blandito. Pero tened cuidado, no se os pase el tiempo y se os deshaga. Nos olvidamos del brócoli por el momento, y nos centramos en la zanahoria (espléndida hortaliza que nos cuida la vista para ver a los tíos buenos) y con ella, con ayuda de la batidora, hacemos un puré. Quedará bien trituradito y espeso.
Y a continuación, vais a hacer la salsa. Una salsa muy simple pero rica, rica. En una sartén pequeñita, echad la nata y el queso roquefort y removed hasta que el queso se deshaga y quede espesito. Ahora, la decoración y disposición de los ingredientes es cosa vuestra. Podéis echar la salsa por encima de todo o ponerla en una jarrita aparte, como veáis. Este es un plato que recomiendo encarecidamente, ya que es muy sano y de verdad os prometo que está buenísimo, una manera fácil de comer pescado. ¡Que aproveche!
A los que no les gustan las fotos, lo siento y recomiendo que no os fiéis de ellas. El toque casero que tienen es la esencia de la sección.