Ingredientes:
1 pato mediano, limpio
200 g. de puerros
1/2 cebolla
125 g. de grosellas
una pastilla de caldo de carne
1 cucharada de azucar
sal
unas hojitas de laurel
aceite de oliva
Para hacer esta receta tenéis que levantaros superpronto ya que el pato requiere mucho tiempo hasta que se cocina, así que es mejor que sea un día que estéis superfresquitos y sin resaca, ni nada. Si la hacéis para vuestros invitados vais a triunfar, seguro, porque el pato es un animal que está riquísimo, la salsa le da mucha vidilla y el relleno es muy saludable (el puerro es muy aconsejable para la circulación sanguínea).
Comprad un pato mediano en la pollería, fresco mejor que congelado, y que os lo limpien bien por dentro (se quedará con un agujero). Poned el horno a calentar a unos 200º. Vais a preparar el relleno que es muy sencillito. La verdad es que no es un relleno de esos compactos tipo masa, más bien es un toque de verdura que le vamos a dar al plato. Partimos la cebolla en trozos muy pequeños y la ponemos a freír. El puerro lo cortamos en trozos también pequeños. Cuando la cebolla esté doradita, la juntamos con el puerro y las hojas de laurel. Introducimos esta masa dentro del pato, por el agujero. A continuación, colocamos el pato encima de la bandeja del horno, le echamos un chorrito de aceite de oliva y lo introducimos en el horno. El tiempo estimado para que el pato se cocine es de una hora y media aproximadamente, aunque depende mucho del tamaño (más o menos 1 hora por kilo o un poco menos). Podéis descansar una horita antes de empezar a hacer la salsa para que ésta no se os quede como una plasta.
Para hacer la salsa, poned azúcar y unas gotitas de agua en una sartén, y dejamos que se caramelice. Añadid una pastilla de caldo disuelta en agua, una pizca de sal y las grosellas. Dejadlo cocer por 10 minutos. Después, echad una cucharadita de harina para que espese un poco, removed bien, y lo dejáis otros 10 minutos. Si veis que merma demasiado o que se queda muy espeso, añadís un poquito más de agua y arreglado.
Ya sólo queda esperar a que el pato esté hecho, y entonces lo colocáis en una fuente y rociáis la salsa de grosellas todo por encima. Espero que disfrutéis de este plato y que no os hayáis aburrido mucho haciéndolo.