Ayer pudimos ver el programa “Carta blanca” de La 2, presentado por esa gran señora que es Olvido Gara (a.k.a. Alaska). Aunque empezó hace dos semanas, yo era la primera vez que lo veía, y el programa me pareció impecable, gráficamente hablando. Esas proyecciones, las presentaciones, esas lámparas y sofás rococó que tanto le pegan a Alaska… y ella misma, que a pesar de no haber vuelto a presentar nada más desde ‘La Bola de Cristal’, sigue haciéndolo fenomenalmente. Lo de los invitados ya… es otro cantar.
Si bien Fangoria siempre se han caracterizado por recomendar música bastante buena (La Buena Vida, Family, Chico y Chica…), los invitados de ayer no fueron precisamente iconos de la modernidad. En mi opinión, Alaska se pasó un poco llevando a casi todos los integrantes de “En Plan Travesti”. Por allí desfilaron travestis y transexuales como si ellos fuesen los únicos que hacen arte. Arakis, La Prohibida, Roberta Marrero, Carmen Xtravaganza… Según iba siguiendo el programa, me parecía que había que ser travesti, transexual o gay para crear esos “paraísos artificiales” de los que se pasaron hablando toda la noche.
El culmen de la cuestión fue ver cómo Mario Vaquerizo salía a tocar con su grupo, Las Nancys Rubias, y se autoproclamaban grupo prefabricado porque “ni componemos canciones, ni tocamos instrumentos ni hacemos nada. Sólo somos pose”. Y encima sin aclarar que Mario es su marido. Hubo invitados como Càrles Congost o Rafael Doctor -director del MUSAC-, que sí dieron un poco de chicha al debate, pero por lo general y a mi juicio, fue bastante superficial. En definitiva, el programa me divirtió un poco (sobre todo por los comentarios jocosos de mi padre, que dijo que La Prohibida es igual que el león de la Metro Goldwyn Mayer), pero eché de menos gente que realmente se ha currado el término “underground” aplicado a sí mismo.