No hay provincia en España que quiera quedarse sin festivalillo de verano. Los hay para todos los gustos y para todos los públicos. Pero más allá de las buenas intenciones hay que saber organizar las cosas bien. Que a veces, a cutres, no nos gana nadie.
El último escándalo festivalero tuvo lugar el pasado fin de semana en el Oxigena de Córdoba. Un evento en el que las Chicks On Speed fueron agredidas antes de actuar. Pero no por el público, sino por la seguridad de la organización, que las echó del escenario para impedirles actuar y así ahorrarse pagarles el concierto, dada la escasa asistencia de público al festival. Fueron tan roñosos y miserables que les cortaron el sonido estando ellas ya en el escenario, y cuando intentaron explicar al público lo que estaba pasando a gritos, las expulsaron de forma bastante violenta. Chicks on Speed, a través del diario de su gira (fecha 12 de junio), manifiestan haberse sentido agredidas, califican el incidente como «una de las peores experiencias» de toda su carrera, niegan haber llegado tarde a su actuación como dice la organización, sino 5 minutos antes, y piden la difusión de la noticia. Hay dos vídeos en YouTube que ilustran estos hechos. En el primero, intentan explicar qué pasa y en el segundo son directamente expulsadas del escenario por la fuerza.
Pero aún hay más. Dando una vuelta por el foro del festival, nos enteramos también de cómo a los Black Strobe les cortaron en mitad de un tema, y cómo los de seguridad salían a leches con uno de los DJ’s, que por lo visto quería robar el equipo. Vamos, que ni el Festimad del año pasado.