Cual Britney Spears que abandona la pose teen para convertirse en una perversa castigadora de hombres, hace unos años Enrique del Pozo dejaba a un lado su Cocoguagua Style para reclamar el lugar de sex-symbol que le pertenece. ‘Embrujada’ de Tino Casal fue la canción escogida para sacar ese macho salvaje que lleva dentro y que sólo hemos podido adivinar en encendidas discusiones en esos grandes espacios de música que han sido y son ‘Crónicas Marcianas’ y ‘El Programa de Ana Rosa’.
Más allá de la versión que ejecuta –nunca mejor dicho–, llama poderosamente la atención la cutrez del videoclip. Una muchacha con cara hombruna, desnuda por exigencias del guión, se da un filetazo más bien desagradable con Enrique. Unos planos de un del Pozo seductor hasta la náusea, se ralentizan en el momento en el que la canción pide algo más que un primer plano de un tipo haciendo playback. Unas diapositivas de Ornella Mutti, Ava Gardner, Audrey Hepburn… se proyectan encima de él e incluso una con Enrique del Pozo aparece sobre Enrique del Pozo, en un curioso ejercicio de metalenguaje.
Destaco por su profesionalidad a las dos muchachas que no pasarían el corte para ‘Supermodelo 2006’, que soportan salir en este compendio de sombras chinescas, sobado contraste de blanco y negro, y actos masturbatorios de destrucción masiva que sólo pueden ser calificados de geniales. Nos consuela que la idea, el guión, la dirección –y estamos seguros que también el cátering y las cortinas del fondo– fuesen de Enrique del Pozo, porque sólo una mente enferma podría proponer algo así.
Como buen estudioso de la caspa, le pongo un 9, sólo superado por el número uno indiscutible, el videoclip de ‘Bambú, bambú’, aquél hit de Las Primas que torturó nuestros oídos en la primera edición de ‘La Casa de tu Vida’. Inexplicablemente, no está en YouTube, algo que requiere una solución inmediata.