Ingredientes:
-unas 10 galletas María
-una lata de medio kilo de leche condensada
-una tarrina de queso Philadelphia (sin sabor, a ver si vas a coger la del ajo por error)
-3 huevos
-un poco de mantequilla
-un pelín de azúcar
Lo primero que hay que hacer es machacar las galletas María. Esto es un verdadero infierno porque romper, se rompen fácil, pero hay que dejarlas prácticamente hechas polvo. Puede servir de ayuda un tenedor, un mortero o lo que sea. Hay gente que de la desesperación les echa un poco de leche, pero a mí me da miedo.
Cuando están machacadas o mientras las machacas se les echa la mantequilla y, si eres goloso y no estás a dieta, unos granos de azúcar. Se remueve todo bien y se extiende por la base del molde para horno. Es importante que lo cubra todo.
Ahora viene lo más misterioso que es lo más fácil, por otra parte. Se mete la leche condensada, los huevos y el queso Philadelphia en una batidora americana o similar y se remueve todo. Atención porque ya hay leche condensada light. Cuando está bien mezclado se echa en el molde sobre las galletas y se mete en el horno a unos 200º aproximadamente una hora y se deja reposar en la nevera 1 día.
La textura de la tarta de queso varía de restaurante a restaurante. Es interesante ir probando la misma receta cambiando de queso. Una opción sería sustituir el queso Philadelphia por queso fresco, pero yo no lo he probado…