A favor: Si uno se lo propone, puede encontrar pegas a puñados en Arcade Fire. Pero es que si te fijas en su(s) virtud(es) y te dejas llevar, son realmente irresistibles. Para mí su mejor valor es que saben sacar petróleo de cuatro acordes (que son cuatro, literalmente), aderezados con sus ya típicos arreglos-con-subidita y mucho drama. Saben dónde hay que poner este gritito aquí, esas palmas allá, cuándo deben entrar las cuerdas a todo trapo y cuándo hacer ese cambio melódico que te remueve. Así que, pese a la simpleza de su fondo, es muy fácil caer rendido ante ‘Keep The Car Running’ (¿nadie más se imagina esta canción cantada por Springsteen?), ‘Neon Bible’ (cómo se agradece la contención de este tema), ‘Intervention’, ‘Ocean Of Noise’ (preciosa balada que dan ganas de bailar agarrao), ‘The Well & The Lighthouse’ (carne de estadio) y la acertadamente recuperada y mejorada (ya aparecía en su primer y reeditado EP) ‘No Cars Go’, que a mí me vuelve loco, especialmente esa trompeta esquizofrénica sintetizada del tramo final. ¡Si hasta se meten en el jardín de llevar el rhythm & blues a su terreno (‘Antichrist Television Blues’) y salen reforzados! Lejos de decepcionar, saben reponerse a ‘Funeral’ con un buen segundo disco. 8. Caniche.
En contra: Los títulos que escoge un grupo son un elemento tan importante como cualquier otro. ¿Puede gustarme un disco con canciones que se llaman ‘Espejo negro’, ‘Biblia de neón’, ‘Olas negras / Malas vibraciones’, ‘Mi cuerpo es una jaula’ y ‘Océano de Ruido’ o me resultará tan barroco, sobreactuado y pretencioso como ‘Funeral’? Tengo que admitir que la segunda entrega de Arcade Fire me ha convencido algo más que su debut. ‘Ocean of noise’ y ‘Keep the car running’, aun con grandes arreglos, me parecen comedidas y muy poco empalagosas, y ese minimalismo que tanto echo de menos en el grupo, presente en la central ‘Neon Bible’, ¡¡¡no llega a explotar!!! (aunque se queda a las puertas, ¿eh?). Una pena que ‘Intervention’ o ‘My body is a cage’ resulten tan ridículas con sus arreglos eclesiásticos que parezcan autoparodias. Como esos finales de ‘(Antichrist Television Blues)’ o esos gritos de ‘No cars go’. Explícitos, redundantes y obvios repiten en sus temas frases tan tremendas como «Trabajando para la iglesia mientras tu familia se muere». Prefiero los grupos más sutiles. A ver si a la siguiente va la vencida. 5. Supervago.