El nuevo disco de Yoko Ono que está en boca de todos, ahora con el apodo de una empresa de telecomunicaciones, Ono, parece un disco de colaboraciones pero no lo es. Artistas alternativos, modernos y modernuquis han sido invitados a reinventar algunas de las canciones de la mujer de John Lennon, pero al contrario que, por ejemplo, el disco de duetos que publicó Jane Birkin hace un par de años, en este caso los grupos se han limitado, principalmente, a coger la pista vocal original (los Flaming Lips ni eso) y han rehecho las canciones. Vamos, que el simpático ‘Yes I’m a witch’ es en realidad un disco de remixes.
No sé qué tipo de público tiene esta mujer. A mí me encantó un remix electro-trallazo que los Pet Shop Boys hicieron de ‘Walking on thin ice’. Pero no van por ahí los tiros en este álbum. De hecho, este tema, en manos de Spiritualized, resulta igual de psicodélico pero ahora a un ritmo más pausado. En realidad, de entrada, lo que predominan son unos temas un poco electro-wave bastante chuscos, como el de la cada vez más insoportable Peaches o el de Shitake Monkey.
¿Quién se lleva el gato al agua? Muy por encima de todos los demás, Cat Power, con un ‘Revelations‘ al desnudo bastante emocionante. También The Apples In Stereo con el villancico ‘No one can see me like you do’. The Polyphonic Spree y Craig Armstrong también aprueban aportando su personalísimo toque a ‘You and I’ y ‘Shiranakatta (I Didn’t Know)’. Antony and the Johnsons sorprende con un fondo electrónico que no sabemos si seguirá en su próximo disco, aunque estropea ‘Toy Boat’ con su sobrevalorada, sobreactuada y pesada voz. Al final, otro disco de Yoko y todavía no sé si me cae mal o bien. 6.