En estos momentos el mundo vive una nueva revolución, similar a la que en su día nos hizo ver que las mujeres debían tener los mismos derechos que los hombres, y que desde hace relativamente poco nos recuerda que este hecho se hace extensible a las Supermodelos. La única salvedad es que mientras esos hechos estaban respaldados por la lógica y los derechos humanos, lo que ocurre en estos momentos no tiene ni pies ni cabeza. Y es que, en su afán por gritarle al mundo que el pelo es bello, la comunidad osa ha parido esto. Nadie duda de que un oso es capaz de ser un gran escritor, contable, ingeniero o director de cine, pero señores, hay campos en los que es mejor no arriesgarse, aunque lo hagas de broma.
Bearforce1 llega para reforzar todos los tópicos del mundo oso.
1. Un oso no es nada sin un nombre que le respalde. El nombre de la banda, un habilísimo juego de palabras que recuerda al avión en el que el presidente de los Estados Unidos va a comprar el pan, es híper original. No se parece en nada a Bearcelona, New Bears Eve, o a las tropecientas actividades anuales por toda la superficie del globo en las que se toman los platos típicos de la tierra con sabor plantígrado, a saber, bearmariscada, bearlaconada o bearcocido.
2. No dejes nada a la imaginación. Si eres oso, que quede bien claro. De nada sirve tener el pecho poblado como una moqueta si nadie lo puede ver. Si eres oso o vas de oso, tanto si es a una manifestación, al HOT o a hacer unas coreografías; esto pasa irremediablemente por quitarte la camiseta. Y si puede ser, tatúate una huella en el pecho.
3. Viaja al extremo. Aquí no valen las medias tintas: o eres malo y fulminas con la mirada al que se te cruce, o eres bueno y te conviertes en una parodia. Esto se hace extensible a todas las actividades. El oso puede hacer lo mismo que tú, pero en gracioso, como los andaluces.
Cachorro abrió las puertas de este movimiento a los no duchos en el tema y desde entonces no se han cerrado. Bearforce1 es el enésimo subproducto de la industria osuna.
Los integrantes de esta banda se conocieron en el verano de 2006 en un viaje a Nueva York y aspiran a crear “el mayor show del Universo” (aunque para mí ya lo han conseguido). Sus orígenes son de lo más variopinto:
1. Yuri: Ex campeón olímpico de judo. Es el clásico tío bueno que bien podría haber sido rapero, pero que por lo visto se encontraba en el sitio incorrecto en el momento inadecuado.
2. Robert: Es el daddy, y aparentemente el líder de la banda. Su madre fue cantante de ópera, y él decidió que le gustaba más el mundo de la versión pop, como a Soraya. La pobre mujer se estará revolviendo en su tumba.
3. Peter: Este iba para obispo, pero decidió cambiar los hábitos por el polo de Fred Perry. No sé yo si le sale a cuenta perder el cielo por participar en este despropósito.
4. Ian: Cambió su carrera de biólogo por una oportunidad en la música. Debía ser bastante malo como científico, porque como bailarín es lo más arrítimico que he visto en mi vida…
Con este plantel nos presentan este su primer videoclip. Se trata de un medley de canciones de toda la vida: ‘You make me feel mighty real’, ‘Boys, boys, boys’ o ‘You spin me round (like a record)’ de Dead or Alive, que evidentemente destrozan. Cabe destacar que la única aportación de su propia cosecha es “Give a Little uhmmm to me, and I’ll give a little uhmmmm to you”. Magistral. En cuanto al aspecto visual, Bearforce1 nos proponen una puesta en escena a lo boyband con uniformes de colores, una coreografía de salón de actos de colegio, una poquita de lluvia para que se mojen los cuerpos, y si no están bien mojados, unas escenas de playa para que no te quede un centímetro de cacha sin ver. Vedlo vosotros mismos y hasta el final, que si no os perderéis al clásico osito de peluche, que tiene que aparecer sí o sí, metido con calzador en el último plano…
Bearforce1 vienen de Holanda, pero dad tiempo al sector oso patrio a que cotraataquen, que aquí tenemos a Pedro Veral, ex Mr International Bear, capaz de esto y mucho más. Los Gore Gore Gays se van a quedar en un chiste. Preparaos para tragar pelo.