Érase una vez que se era que Robyn era una cantante famosa. O por lo menos era muy conocida en su país, Suecia, en los UK y en los US of A por canciones de euro-dance-pop adolescente con toquecitos hip hop como ‘Do You Know What It Takes’, que llegó al número 7 de las listas americanas, que no es moco de pavo. Puede que incluso aquí alguien la recuerde por su ‘Show Me Love’. Bueno, que le dieron un disco de platino y todo, ya veis.
Total, que después de su tercer disco en RCA, Robyn se enamoró del electro y quiso plasmarlo en su música, cosa que no agradó para nada a los jefazos de la multi, que preferían que siguiera el camino fácil. Ella les plantó y en 2004 creó su propio sello, Konichiwa Records, donde poder sacar el material que ella decidiera. Con un par. En 2005 escribió y editó su cuarto álbum, ‘Robyn’, en su propio sello y llegó con él al número 1 en Suecia. Hasta apareció entre lo mejor de aquel año para Pitchforkmedia, que lo puso fenomenal.
Por suerte para los que no nos enteramos en su momento, Robyn ha relanzado hace unas semanas ese mismo álbum en el Reino Unido, con el gancho de añadir dos nuevos temas y regrabar un par de los antiguos. Y es por suerte porque ‘Robyn’ es un bombazo pop que no se puede aguantar, un hit-after-hit (sin exagerar), con un toque de humor y autoparodia acertadísimo. Tras la intro de ‘Curriculum Vitae’ (para la que ella misma llama a Konichiwa Records pidiendo «lluvia, truenos y unas campanas del infierno») se suceden los temazos sin freno. No puedo resistirme a detallarlos:
–‘Konichiwa Bitches’: el típico skit de autobombo rapero hecho parodia, que tiene uno de los vídeos más divertidos del año, y que con el toque technopop final acaba siendo uno de los musts del disco.
–‘Cobrastyle’: una de las nuevas, suma con tanto acierto como sencillez hip hop, electro, techno y ragga con un estribillo pegajoso.
–‘Handle Me’: un precioso medio tiempo en el que Robyn patea culos proclamando su independencia y mandando un recado («… you’re a selfish narcissistic psycho freaking bootlicking nazi creep and you can’t handle me») a quien pueda interesar.
-‘Bum Like You’: otro estribillo para la eternidad (y van…) en el que canta a esos amores que escapan a la lógica y la razón.
–‘Be Mine’: es la mejor y más sincera canción de amor roto en que puedo pensar en este momento, con un arreglo de cuerdas espectacular. Carne de gallina.
–‘With Every Heartbeat’: el segundo tema nuevo es el estadio siguiente a ‘Be Mine’, intentando salvar desesperadamente una relación con la amargura de saber que en el fondo no hay nada que salvar. Dicen que la escribió para su amigo Kleerup (productor de la canción), que acababa de separarse y que lloró cuando la leyó. Debe ser por eso que le hizo ese precioso arreglo. Número 1 en el Reino Unido y probablemente mi canción favorita del año.
– ‘Who’s That Girl’ fue el tema electro (con toques ochenteros y guiños a Madonna más allá del título) que despreciaron en RCA. Palurdos.
Sí, queridos: hasta aquí he mencionado todas las canciones del álbum, una tras una, y eso es tela. Desgraciadamente, a partir de ese punto el listón baja un pelín con ‘Crash And Burn Girl’ y ‘Robotboy’. Menos mal que les siguen ‘Eclipse’, que es una balada preciosa, y otro medio tiempo increíble, el minimalista ‘Should Have Known’ (hace semanas que no puedo dejar de cantar ese «i should have seen it coming, i should have fucking known»), que dejan un buen sabor de boca.
Da rabia decir que el disco no es perfecto, que quizá se vea lastrado por un excesivo minutaje que no le favorece en nada. Y da rabia, sobre todo, porque aun así las Sugababes matarían por tener algún día un disco tan completo, coherente y la mitad de bueno que este (un greatest hits no cuenta, es trampa). Y no me linchen, pero me atrevo a decir que puede que estemos ante la nueva Madonna, si es que necesitáramos otra.
Calificación: 8/10
Temas destacados: ‘With Every Heartbeat’, ‘Be Mine!’, ‘Konichiwa Bitches’
Te gustará si te gustan: las Sugababes, Madonna, el pop, Popjustice
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