Como en muchos países la segunda semifinal de Eurovisión no se emitió, la clasificación no depende del televoto sino de un jurado de expertos, y los resultados son mejores. Se han clasificado la canción dance de Islandia, los bakalas piratas de Letonia, la canción de Dinamarca, que ya comentamos que es de lo más parecido a una canción que hay este año, o la excelente puesta en escena de Ucrania. Incluso las baladas de Georgia, Albania y sobre todo Portugal, cada una en su estilo, suenan bien. Ningún año me han gustado tanto las baladas (dos, Noruega y Portugal). Desde luego mucho mejor que la de Suiza, eliminada.
Entre las pérdidas cabe destacar la de Bulgaria. Moló un montón cómo empezó la puesta en escena, con bailarines y dj’s sobre el escenario, pero ese plano del guitarrista de repente y el vestido de la cantante lo estropearon todo. Es extraño también que no se clasificara Macedonia, pero no caben todas.
Suecia se parece tanto a sí misma que da miedo, insisto. Y encima se ha clasificado. Eso sí, qué suerte haberse librado de la canción maltesa de cara a la final. Sonaba mientras cenábamos y qué cosa más irritante.
El lunes os contaremos si JNSP sigue abierto después de nuestra fiesta Eurovisión, que todos los años nos peleamos.