El pasado lunes, en una gélida noche que auguraba tormenta, Franz Ferdinand presentaron en directo -y para una reducida audiencia de unas 3.000 personas- los primeros temas de lo que será su nuevo álbum. Supongo que después de abarrotar festivales allá donde van, los de Glasgow han decidido tomarse su tercer trabajo con más calma y menos bullicio después del desfás de gira que terminaron hace aproximadamente dos años. Y precisamente fue justo hace dos años donde nos situamos todos los asistentes ya que, a pesar de los cinco nuevos temas que tocaron, el repertorio fue básicamente una repetición de cualquiera de sus otros shows, concentrado en una hora y cuarto. Un caramelito que servía para ir calentando motores antes de lanzar el nuevo trabajo de manera oficial y, previsiblemente, iniciar una mega gira mundial.
¿Se les puede culpar de hacer siempre lo mismo? Sí y no; sí por repetir fórmulas como el numerito final en el que todos se ponen a tocar la batería a la vez, o ese quasi cierre con una versión extra larga de ‘Outsiders’, que ya huele un poco. No porque ¿qué esperas de Franz Ferdinand? Quieres ver a Kapranos moviendo la caderita y dando saltos por el escenario con la guitarra, quieres que los miembros del grupo sean simpatiquísimos e interactúen muchísimo con el público, quieres cantar y bailar como un poseso… Y eso hicimos, hasta con los temas nuevos, que sonaban exactamente igual que cualquiera de los anteriores discos, a excepción del que será el primer single ‘Ulysses‘, algo más oscuro y menos saltarín. De hecho, en directo gana bastante, y se nota que el grupo está contento por aquello de tocar temas que no han tocado ya cientos de veces, algo que sucedía con todas las nuevas canciones.
Encuentro dos pegas evidentes a este show: que la segunda canción (y primera no nueva del repertorio) fuera la pesadísima ‘Do You Want To’, y que aún no hayan sacado de su setlist ‘Take Me Out’, una canción que ya pinchan hasta en las bodas. El eliminar estos dos temas sí que hubiera sido toda una novedad y una gran muestra de madurez como banda en directo, pero en el fondo son unos buenos chicos que quieren gustar a todo el mundo. Y de hecho lo hicieron, como pudimos corroborar ante lo variado de su público; una parte eran diecinueve-veinteañeros que debieron saber del grupo hace justo dos años, y que sólo se sabían alguna canción suelta del ‘You Could Have It So Much Better’, pero a quienes se veía pasárselo pipa. Por otro lado, estaban los veintimuchos-treintañeros en parejitas o grupos grandes, algunos con pinta de haber dejado al niño con la canguro y otros con cara de acabar de salir del tajo, pero disfrutando de ese concierto como los que más.
Si es que Franz Ferdinand hace amigos, anda que no. Me debato entre el 9 de mega fan sin criterio y el triste 6 a causa de las pocas novedades, así que ni pa ti ni pa mi: un justo 7.5 bien merecido.