Kanye West dice que le da igual lo que diga la crítica de su nuevo álbum porque le ha salido del corazón y ya está. Su madre murió en una operación de cirugía estética y su novia le dejó. Como terapia ha compuesto este disco lleno de emociones desnudas, en dos semanas, sin sus samples habituales, y lo que es más sorprendente, sin raps (casi, porque lo de ‘Heartless’ se le parece bastante). Con estos precedentes, y con lo que nos gusta un buen disco pasional, nos hemos lanzado a escucharlo, ¿y qué nos hemos encontrado? Un injustificable exceso de Autotune/vocoder en todas y cada una de las canciones.
El álbum se llama ‘808s And Heartbreak’ desde antes de que Kanye supiera lo que era la caja de ritmos (el productor Jon Brion (Dido, Keane, Elliott Smith) fue quien se lo explicó), por lo que el verdadero concepto del álbum es el autotune, su voz vocoderizada. Dice Kanye que de pequeño le gustaba el rosa y que le daba rabia que le dijeran por eso que era gay. Y que de la misma manera ha querido utilizar el autotune en este disco, aunque la gente diga que es hortera.
Es una historia muy bonita, Kanye tiene cojones y el rosa claro que mola. Pero de la misma manera que no puedes vestirte con un gorro rosa, una camiseta rosa, unos pantalones rosas, unos canzoncillos rosas, unos calcetines rosas y además llevar condones rosas en el bolsillo, no puedes abusar de un recurso así a lo largo de un disco porque todos los excesos son malos. Sobre todo porque terminas llegando a la conclusión de que, para un álbum de emociones desnudas, habría sido mejor presentarse desnudo y no lleno de complementos rosas. Al final, uno no deja de soñar con escuchar este álbum con su voz libre de ornamentos.
Por suerte, con las sucesivas escuchas te puedes ir olvidando de la parte vocal, pero la musical tampoco es para tirar cohetes. ‘Welcome to Heartbreak’ tiene un interesante teclado que podría ser de Depeche Mode, y ‘Paranoid’ es puro new-wave (tan bueno, así suelto, como el de parte de ‘Graduation‘), pero ‘Robocop’ tiene las cuerdas de una película (mala) de Navidad y el modo en que ‘Say You Will’ o ‘Bad News’ mantienen sus ritmos en sus segundos finales es de principiante total.
Esa pista final en directo o la simpleza de las letras terminan de relegar este álbum a la categoría «sólo para fans». Si queréis escuchar a un rapero o ex rapero cantando canciones íntimas pero universales con las que identificarte, ya sabéis a quién recomendamos. Da un poco de pena decirlo, pero Kanye es muy sabio y si intuía que la crítica no iba a ser tan entusiasta esta vez sería por algo.
Calificación: 4/10
Temas destacados: ‘Love Lockdown’, ‘Welcome to Heartbreak’, ‘Paranoid’
Te gustará si: te pones el ‘Believe’ a diario
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