Varios meses después de que se publicara su debut, The xx siguen siendo uno de los grupos favoritos de los lectores de JENESAISPOP. Esta semana, por ejemplo, ocupan el 2º lugar entre las bandas más escuchadas por vosotros según nuestro grupo en Last.fm, sólo por detrás de The Drums. Sin embargo, desde que actuaran por primera vez en Barcelona, algunos han empezado a hablar de «hype» en torno a la banda. Tras presenciar su actuación en un recinto cerrado e ideal para lo que hacen como el Circo Price de Madrid, como parte de las actividades del Día de la Música Heineken, se puede entender, aunque personalmente no lo comparta.
No sorprende nada que el concierto de The xx en el Primavera Sound gustara a unos sí y a otros no. Aunque el grupo tenía que actuar lógicamente en un escenario grande por demanda popular, sus canciones intimistas e introspectivas pueden ser devoradas fácilmente por el tamaño del lugar en que se presentan. Sí llamaba la atención que el grupo no hubiera convencido a todo el mundo cuando actuó en Razzmatazz unos meses antes. Su sonido es bueno, se entiende todo lo que cantan, Romy y Oliver manejan muy bien sus voces y ella no falla como guitarrista. Pero tienen un problema claro: los graves les retumban demasiado, especialmente cuando vienen de la caja de ritmos. La sensación que producen no es ruidista, noise o experimental. Es simplemente desagradable a veces, con el suelo incluso temblando a los pies, impidiendo que te concentres en otra cosa. Después de que el grupo se quedara en trío tras la marcha de Baria, te dan ganas hasta de que se queden en dúo. ¿No podrán sostenerse sólo con guitarra eléctrica y bajo cuando los mejores momentos se producen cuando sólo suenan estos instrumentos? ¿Tanto se perdería sin las bases?
Es un tanto extraño que el grupo no haya podido corregir este fallo de sonido después de tantos meses de gira. Uno incluso se pregunta si suenan como suenan aposta, aunque cuesta creerlo, porque cuando Jamie toca la batería de verdad, el resultado no es el mismo y el sonido podría considerarse «perfecto».
Sin embargo, a pesar de que la mayoría del set técnicamente sea de 7 y no de 10, las imperfecciones no hacen a The xx un «hype» ni nada que se le parezca. Que el grupo vaya por su primer disco y necesite rodaje o pulir ciertas cosas no los convierte automáticamente en lo peor. Al contrario, es fascinante que un solo disco pueda sostener un concierto de casi una hora. En ese sentido, el repertorio que manejan es espectacular. Sin ir más lejos, suenan nada más empezar la ‘Intro’, irónicamente favorita de mucha gente, ‘Crystalised’, ‘Islands‘ y muy poco después ‘Shelter’ (de nuevo con un poquito de ‘9PM (Till I Come)‘ de ATB) porque el grupo no tiene ningún miedo a quedarse sin buenas canciones que interpretar en la segunda parte del concierto. ¿Cuántos debutantes se atreven a soltar al inicio de sus shows tres de sus canciones estrella? Cuando llega el final y suena ‘Infinity’ y la gente aplaude y pide más en un bis que por desgracia no se produce, es que algo, después de todo, ha funcionado entre bien y muy bien.
Y esa es la razón por la que The xx me gustan hoy más que ayer. No son las ganas de seguir viendo al grupo crecer, mejorar, ni de que en la imperfección esté lo bello ni chorradas por el estilo. Se trata de que The xx siguen teniendo las canciones y su debut seguirá siendo tan grande siempre hagan lo que hagan en su directo o en su siguiente disco. ¿Aún no hace un año que el grupo pasó por nuestra sección Revelación o timo? ¿Es posible que no hayan estado ahí siempre? Sebas.
Los valencianos Polock fueron los primeros en salir, y los pocos que resistimos el envite del partido de fútbol pudimos disfrutar de su pop bailable que recuerda al de Phoenix (esos ritmos y guitarras muteadas a veces demasiado). Dejando las comparaciones a un lado, quedó bien claro que tienen buenas canciones (sonaron temas como ‘High On Life’, ‘Fireworks’ o ‘Sometimes’) y un buen directo, capaz de convencer a aquellos que no los conozcan, con lo difícil que esto resulta en la escena musical actual y con una propuesta tan manida. Al final de su actuación se les unieron los miembros de Standstill para interpretar, con algún problema técnico, la versión de ‘Race For The Price’ de The Flaming Lips. quietmansmiling.
Aún no había demasiada gente cuando Enric Montefusco y compañía volvieron a pisar las tablas tras la canción compartida con Polock. Quien los pudo ver en el concierto que dieron a principios de mayo en Joy Eslava, pudieron encontrarse con lo mismo, sólo que en versión reducida debido al tiempo del que disponían. Igualmente comenzando con ‘Todos de pie (prefacio)’, repasaron temas de sus tres últimos discos, canciones que por muchas veces que veamos interpretadas en directo, nunca dejarán de emocionar. En octubre vuelven al Circo Price con ‘Rooom’, su nuevo espectáculo en torno a las canciones de ‘Adelante Bonaparte‘. quietmansmiling.