“Nos vamos a gustar y nos vamos a acostar y viviremos un tiempo entre nubes, diciéndonos cosas que si las pensáramos ahora mismo nos moriríamos de vergüenza. Pero al final todo se estropeará y nos partiremos la crisma contra el suelo”. Esta cita tal cual la pronunció Ariadna Gil en la película póstuma de Ricardo Franco, ‘Lágrimas negras’ (1998), muy parecida a la que apareció en un libro de Ignacio del Valle, ‘Cómo el amor no transformó el mundo’ (2005), abre el primer corte del segundo disco de Comando Suzie, oficialmente «la biografía emocional de un hombre despechado, enamorado, desenamorado, decepcionado y anhelante».
Hay un sonido posible entre las bandas sonoras del cine negro que tantas buenas ideas han dado a Portishead, los momentos más oscuros grabados por Gainsbourg, la etapa de crooner synthpop de Leonard Cohen (la de ‘I’m Your Man’) y los ambientes creados por Angelo Badalamenti para muchas de las películas de David Lynch. La música de Raúl López habita en ese mundo, ayudada por su voz grave, truco infalible para cantar con desdén cosas como «se buscan imbéciles para enamorarse de ti».
El cantautor se aprovecha como pocos han sabido de que los caminos de la sordidez en el siglo XXI son insondables y así, truculenta suena ‘Val existe…’, que parece una historia de amor a través de internet, cínico el uso que Comando Suzie quiere hacer de la red social que haya dentro de 15 años en el single ‘2025’, desesperados los «500 mensajes enviados a Facebook» de ‘E.I.T.’ y de todo excepto tierno el osito de peluche que protagoniza ‘Muerte al peluche’. Aunque en la carrera de lo siniestro gana ‘Biología’ y su extraña relación situada en un laboratorio, dando lugar, por mucho que quieras huir de ella, al mejor estribillo de todo el disco.
En medio de todo este amor «que duele», de todos esos «después de estar contigo sé que no habrá nadie», hay tiempo para la moda («tienes que serlo, no parecerlo», canta en ‘Glamour y background’) y sobre todo para reconocer a sus influencias y amigos. Colaboran Ella, Marcos Gimeno o J y aparecen en los agradecimientos Joe Crepúsculo y Tarántula, entre otros. Y qué mejor homenaje que ‘La canción de ella’, en la que Raúl canta que «ni una canción de Corcobado» podría explicar lo que siente y después cambia el nombre propio por Cure, Joy Division, Décima Víctima… y Rocío Jurado. Seguramente no sea una broma. El disco debe su nombre al libro de Javier Marías y es tan pasional como un ‘Como yo te amo’. «Soy tan sentimental» cantaban Family, y lo mismo pensarás al escuchar estas canciones negras, victimistas y un poco lloricas, pero muy bien construidas.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: ‘Biología’, ‘Amor idiota’, ‘La canción de ella’, ‘2025’
Te gustará si te gustan: Javier Corcobado, Serge Gainsbourg, Leonard Cohen etapa ‘I’m Your Man’, Los Directivos
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