Courtney Love es bien conocida por tener la lengua muy larga en la vida real, y los dedos también muy largos en Twitter. Dawn Simorangkir, una diseñadora, fue atacada por la que fuera mujer de Kurt Cobain en Twitter, Myspace y Etsy, después de que la primera le pidiese que le pagase varios vestidos que la cantante pidió a la diseñadora pero que (por lo visto) no pagó.
Love, totalmente escandalizada por este asunto, la tomó con la diseñadora, a quien acusó de intentar capitalizar su fama, la llamó prostituta, drogadicta y afirmó que tenía antecedentes por robo y que había perdido la custodia de su hijo. La diseñadora se queja de que la audiencia de Courtney es muy amplia (en este momento, 90.000 seguidores) y que sus declaraciones han afectado a su carrera profesional. Love afirma que ella solo quiso reflejar lo que había oído de boca de Simorangkir, y además cuenta con un experto médico que afirmará durante el juicio que Love no actuó con malicia, que no sabía cómo se tomarían sus seguidores los comentarios y que nunca planeó utilizar su influencia para destruir la carrera de la diseñadora.
Un culebrón.