Después del experimental ‘Temporacha’ y su colaboración con The Pastels en 2009, los japoneses Tenniscoats reaparecen con un nuevo álbum delicioso, grabado en directo con recursos mínimos. Apenas una guitarra y la voz de Saya son suficientes para crear un universo melódico perfecto para la nostalgia y el recogimiento. Una melódica y un teclado infantil de vez en cuando acompañan entre estrofa y estrofa. Pero sobre todo, la compenetración que existe entre sus componentes, Saya y Takashi Ueno, parece que nos invite con este disco a su paseo, a su charla íntima, a su celebración de la vida.
No se puede decir que Saya tenga una voz sobresaliente, pero da en el clavo en la interpretación de las canciones mezclándose con la base acústica de la guitarra de Ueno como si tal acompañamiento hubiera estado allí desde siempre. Hay canciones como ‘Kuki no Soko’ o ‘Amepara’ que conmueven a la primera con sus melodías. Otras como ‘Doun Doun Doun’ o ‘Ento’, más animadas, enganchan con una emotividad sincera y directa. Al poco rato, compruebas que sus canciones se pegan irremediablemente.
‘Oide no Umi’ o ‘Mori wo Nukeru Mori no Umi ga’, gracias a mi condición de friki del lenguaje y unas mínimas nociones de japonés, intuyo que hablan de temas relacionados con los bosques y el mar. Nos encontramos ante dos canciones enormes y, aun sin saber los significados de las lindas metáforas, parece que nos solidaricemos automáticamente con el mensaje de cada una de ellas.
Si nos diera por encontrar algo negativo en esta bonita colección sería definitivamente la duración del álbum (hay algún tema de 6 y 8 minutos). Aunque tal vez este hecho pueda verse como propósito eficaz para sumergirnos en cada composición olvidándonos del tiempo, perdiendo de alguna manera la consciencia de esta dimensión a través de las canciones. Al haber sido grabado en directo, quizá debería ser tomado como una obra con su principio, su desarrollo y su fin, como si fuéramos espectadores partícipes de su show.
Estaría fuera de lugar asociar las canciones de Tenniscoats a melodías de bandas más cercanas, geográficamente hablando. ‘Tokinouta’ recoge tal cantidad de referencias tan dispares que sería descabellado el intento de ir desgranándolas una a una. Todo esto no apunta sino a ver el trabajo de Saya y Ueno como una muestra más de pop universal, de hoy y de siempre, en un cuidadísimo lo-fi que te acuna en el mejor de los arrullos.
Calificación: 7,75/10
Lo mejor: ‘Doun Doun Doun’, ‘Ento’, ‘Kuki no Soko’, ‘Amepara’, ‘Oide no Umi’
Te gustará si te gusta: el pop minimalista y el lo-fi made in Japan, Nikaido Kazumi o Nagisa Ni Te
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