Garbage / Not Your Kind Of People

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Garbage / Not Your Kind Of People

Cualquier lista de los mejores discos o canciones de los 90 es una buena excusa para ningunear a Garbage. Ni caso. La banda de Shirley Manson, Butch Vig y los demás, en primer lugar no tiene que avergonzarse de nada incluido en sus dos primeros álbumes, que para bien o para mal definen el sonido del rock electrónico de aquella década; en segundo, publicó un cuarto álbum que es uno de mis «discos malos oficiales» favoritos (inquisidoras ‘Metal Heart’, ‘Boys Wanna Fight’, ‘Sex Is Not The Enemy’, ‘Run Baby Run’, podría seguir); y en tercero, edita ahora un buen quinto disco que ya hubieran querido para sí muchos de los que siempre aparecen en las citadas listas (desde Suede hasta Elastica pasando por los mismísimos Oasis, y hasta Massive Attack).

Tan cierto como que Garbage nunca han hecho nada tan sofisticado y decisivo para la historia como ‘Blue Lines’ es que su sonido no ha encontrado imitación. Ni entre el pop sin pretensiones a lo Ting Tings o The Sounds, carente de suficiente suciedad; ni mucho menos entre el indie-rock centrado en los 90 de Yuck, carente de intenciones electrónicas, hemos conocido una banda que suene como ellos. En un mundo completamente superpoblado de grupos que quieren sonar como «x» (siendo «x» ayer Yo La Tengo, hoy Beach House), la personalidad es algo que se echa de menos y de eso Garbage siempre estuvieron sobrados, le pese a quien le pese.

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‘Not Your Kind of People’ es en todos los sentidos un regreso a los inicios del grupo, donde los guitarrazos metaleros de ‘Bleed Like Me’ apenas tienen cabida, y mucho menos el punto petardo de ‘Beautifulgarbage’. En este disco no encontramos nada tan kitsch como ‘Can’t Cry These Tears’ ni tan desbocado como ‘Why Do You Love Me’. Pero sí temas que habrían podido aparecer en el primer álbum de Garbage, como ‘Battle In Me’ o la furiosa ‘Man On A Wire’, que serán incendiarias en directo; y un par que alternan la electrónica con el post-grunge a lo ‘Version 2.0’, como ‘I Hate Love’ o ‘Big Bright World’.

Desde su arranque con ‘Automatic Systematic Habit’, donde Shirley Manson cantando sobre no ser «la otra», suena tan «girlie» y feminista como siempre, se sabe que este será un álbum que su base de fans, compuesta principalmente de todo lo mejor –macarras y maricas– podrá disfrutar. Todo ello a pesar de que al single ‘Blood for Poppies’, una de las peores canciones del álbum (?), le suceden enseguida en el tracklist dos de las composiciones más flojas: ‘Control’, que parece situada detrás sólo por su ambigüedad bélica (‘Blood for Poppies’ se inspira en un sueño surrealista de Shirley sobre Afganistán); y la balada ‘Not Your Kind of People’, correcta pero sin más. Inmediatamente después el disco remonta con ‘Felt’, un inesperado homenaje a la banda de Lawrence que podría serlo también a The Jesus & Mary Chain; ‘I Hate Love’, el hit claro del álbum; y ‘Sugar’, en tres palabras, la nueva ‘Milk’.

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No importa que estas últimas encierren mensajes opuestos (la huida del amor y el deseo del mismo). Los seguidores de Garbage siempre han sido raros, como ellos, y por tanto amigos de la contradicción, de la ambigüedad, de la paranoia y de la marginación desde los tiempos en que se presentaban con títulos tan ilustrativos como ‘Queer’ y ‘Only Happy When It Rains’. Hoy, teniendo en cuenta los tiempos que vivimos, la generación que creció con ellos tiene más motivos que nunca para sentirse desamparada y perdida. Mientras, otra nueva puede descubrirlos con temas inmediatos con los que es difícil no empatizar.

Calificación: 7,3/10

Lo mejor: ‘I Hate Love’, ‘Felt’, ‘Sugar’
Te gustará si te gustan: el rock y la electrónica mezclados, y nada de en plan fino.
Escúchalo: RTVE.

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