Muchas veces pareciera que después de ‘Hospice‘, The Antlers no hubiesen hecho absolutamente nada, pues muchos entienden este disco como la obra cumbre de la banda de Brooklyn. Pero no es oro todo lo que reluce, y este disco supuso un punto de inflexión en la banda de Peter Silberman, que incluso llegó a reconocer que necesitaba un descanso de aquellas canciones tras el tour de presentación del álbum, que contenía letras durísimas y muy personales.
Fue ese el punto de partida del proceso de creación de ‘Burst Apart‘, y esta vez con un cambio sustancial: la clara intención de incluir a la banda en él, en lugar de mantener a Silberman alejado del mundo componiendo, encerrado en su habitación. ‘Burst Apart’ no es solo uno de los discos más infravalorados (en opinión del que suscribe) de 2011, sino también la prueba viviente de que a los fans a veces les cuesta superar un cambio. Las melodías del nuevo álbum seguían siendo densas y voluminosas, pero parece que muchos seguidores se habían quedado embaucados con el excesivo oscurantismo de ‘Hospice’, y con una instrumentación que, más que acompañar a las letras, estaba pensada para perturbar al oyente e incluso molestarle en algunos casos. Al fin y al cabo estábamos escuchando historias tan profundas que a veces era imposible que no te abordase la vergüenza al enterarte de qué decían exactamente las letras.
Por suerte o por desgracia los de Silberman parecen poco preocupados por perder a su base de fans -o, en este momento, de no-fans-, porque se les ve realmente cómodos con el sonido que emanaba ‘Burst Apart’. Tanto es así que ahora lo repiten en ‘Undersea’, pero quizá desde otra perspectiva: prestando menos atención a las letras, y más a los sonidos, tan cargados que evocan esa sensación de ahogo, de pequeñez, que uno siente al estar rodeado por una enorme masa de agua. Sigue habiendo percusión, sigue habiendo guitarras, sigue habiendo sintetizadores por doquier y sigue cantando Peter Silberman con esa voz de cordero degollado que pide a gritos un abrazo, pero ahora, lo que más importa, son el resto de los instrumentos y ver hasta dónde puede llegar este nuevo sonido que les tiene tan entusiasmados. Que es muy lejos…
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: Es difícil elegir solo entre cuatro, pero yo me quedo con ‘Drift Dive’ y ‘Crest’.
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