Que la última vez que vimos a APTBS en directo nos dejaran fríos no quiere decir que aquel disco que estaba a punto de ver la luz, y que presentaban, fuera flojo. Cualquiera tiene un tropezón y la prueba de ello es que, en su tercer largo, siguen a piñón fijo por los derroteros del rock y post-punk ruidoso con el que se dieron a conocer en 2007 tras un debut más que notable. Hay quien puede pensar que el inmovilísmo tras tres discos puede implicar falta de ideas pero, en el caso de la banda liderada por Oliver Ackermann, su sonido es su signo de identidad. Porque hay que hablar de sonido más que de canciones en el caso del trío, al igual que sucede con The Fall (o Korn y Rammstein si nos ponemos metaleros). Y que prime un determinado estilo por encima de los temas individuales tampoco quiere decir que no haya melodías o riffs pegadizos y reconocibles: todo tiene su sitio en ‘Worship’.
Lo que sí que ha variado disco a disco es la casa discográfica y, tras su paso por Mute en ‘Exploding Head‘ (2009), ahora editan su trabajo con Dead Oceans, sello también de Akron/Family o The Tallest Man On Earth. Pero eso nunca ha parecido mover el epicentro de su música. Desde el comienzo del álbum podemos distinguir sus dos vertientes, la más cruda y noise en ‘Alone’ y la más post-punk, presente en una ‘You Are The One’ que acaba en ruido y feedbacks marcianos igualmente. Teniendo un estilo tan marcado, si hay que destacar unos cortes por encima de otros, no queda otra que diferenciar aquellos que tienen gancho de los que son simplemente de manual.
En este sentido hay que mencionar canciones como ‘Mind Control’, el tema titular o ‘Revenge’, que poseen una fuerza primaria que no hace sino empujarte más y más, hacerte vibrar. Por ello, por esa base que mueve todo, hay que agradecer a Ackermann que no haya limitado su proyecto a un onanismo guitarrero de tomo y lomo, pues aquí los bajos hacen temblar los altavoces y las baterías golpean y bien fuerte. Un punto a favor es que en la dinámica de altibajos del disco, los temas en los que relajan el ritmo poseen la chicha necesaria para no hacer que nos olvidemos de la pista en la que nos encontramos. Un buen ejemplo es ‘Dissolved’, que empieza muy tranquila y a mitad se convierte casi por completo en otra canción. Lo mejor que se puede decir de ‘Worship’, como conclusión, es que no muestra a una banda desgastada, sino que perdura el genio que los vio nacer hace algo menos de una década.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Mind Control’, ‘Worship’, ‘You Are The One’, ‘Revenge’, ‘Dissolved’.
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