Doce ediciones van ya del Festival Independiente de Zaragoza, el evento ideal para empezar a saborear las Fiestas del Pilar de la capital maña. Esta última cita tuvo lugar el pasado sábado en la Sala Multiusos del auditorio, recinto donde casi siempre se ha celebrado. Para los tiempos que corren, probablemente se recuerde el FIZ de este año como uno de los más exitosos de los últimos que ha habido, tanto por la elección de los artistas que han conformado el cartel como por la asistencia de público. Como siempre, hubo dos ambientes separados, con el escenario Ambar por un lado (donde se celebraban los conciertos) y el FIZ Club, con sesiones de DJ’s como las de Tachenko o Chelis. Contar con caballos ganadores como Lori Meyers, Love of Lesbian o La Casa Azul hacía prever una asistencia masiva, como así sucedió. Por si eso fuera poco, cerrar con una sesión de DJ Amable aseguraba un fin de fiesta perfecto. Además, la elección de otros artistas como Maxïmo Park o El Brindador fue de lo más acertada, a juzgar por las excelentes actuaciones que presenciamos. A favor también la puntualidad con la que los músicos salían a escena y, por poner una pega, el sonido deficiente en algunos momentos de los conciertos.
Eric Cihigoyenetche, alias El Brindador, dio el pistoletazo de salida a las actuaciones de la noche acompañado por miembros de Big City y Picore al bajo, teclados y batería, respectivamente. Presentó algún tema de lo que será su próximo LP, además de interpretar canciones de su EP ‘Weird Stories‘ (2011) como ‘The Trick’ o ‘Forks & Knives’. Su peculiar voz hace que su folk coqueto fuera muy disfrutable, ideal para ponerse en situación y disfrutar con calma. La instrumentación adicional proveía un colchón que venía como anillo al dedo a los temas que sonaron. Hay ganas de conocer al completo su próxima propuesta.
Poco tiempo hubo para prepararse ante la avalancha de público que supuso el show de Lori Meyers. Pese a la temprana hora (las nueve de la noche son más propias de un artista principiante que de alguien digno de encabezar un cartel), Noni, Alfredo, Alejandro y compañía pusieron a bailar a la sala desde el minuto uno, en la que sería una de los últimas fechas de su gira. Recorrieron sus cuatro álbumes, haciendo las delicias de los presentes con ‘Nuevos Tiempos’, ‘Dilema’, ‘Sus Nuevos Zapatos’, ‘Mujer Esponja’ o ‘Luciérnagas y Mariposas’. La euforia fue creciendo a medida que pasaban los minutos y para el final de su concierto tenían guardado un trío de ases, formado por ‘¿A-Ha Han Vuelto?’, que enlazaron con ‘Mi Realidad’, provocando la locura colectiva. El colofón lo puso la siempre efectiva ‘Alta Fidelidad’, que desmadró tanto a audiencia como a banda, con un Noni descamisado y fuera de sí, invitando a todos a corear, con algún acople que otro al acercarse con el micro al frente del escenario. Pecata minuta al valorar una actuación más que notable. Que su (esperemos) vuelta al estudio traiga muchos más triunfos.
La noche estaba destinada eminentemente al producto nacional, pero el espacio destinado a Maxïmo Park como oferta de fuera de nuestras fronteras (sí, ya sabemos que Eric Brindador es francés, pero su proyecto está afincado en Zaragoza) fue muy bien aprovechado por los de Newcastle, que salieron a comérselo todo nada más presentarse. Comandados por la inagotable energía del frontman Paul Smith, ofrecieron un concierto muy divertido, al que dieron comienzo con un clásico como ‘Graffiti’. Siguen presentando su relativamente reciente álbum ‘The National Health‘ y por eso tocaron destacadas canciones de éste como ‘Hips & Lips’, el tema titular o ‘This Is What Becomes Of The Brokenhearted’, pero también recordaron el resto de su discografía con otros cortes como ‘Books From Boxes’, ‘Questing, Not Coasting’, ‘Our Velocity’, ‘Girls Who Play Guitars’ o ‘Limassol’, con tanta melodía como rabia. Hay que recalcar de nuevo la puesta en escena de Smith, que apenas paró quieto para quitarse la corbata y poco más, pero no nos olvidemos de la competencia del resto de la banda, ya que interpretar según qué temas con la velocidad y precisión de la que hicieron gala no siempre es posible. Con otro de sus clásicos, ‘Apply Some Pressure’, se despidieron entre fervorosos y merecidos aplausos. Bravo.
En otro tipo de entorno, podría parecer que con los conciertos de los granadinos y los británicos, lo mejor había pasado ya, pero nada más lejos de la realidad. Quedaba mucho por vivir y gozar y gran parte de ello vino dado de la mano de Love Of Lesbian, a la postre las grandes estrellas de la noche. Ya vivimos momentos similares cuando los vimos actuar en el pasado Sonorama y por tanto era de imaginarse lo que iba a suceder: contando con el mayor llenazo de la noche (y eso que con Lori y Maxïmo ya estaba a reventar la sala), la banda de Santi Balmes arrasó, dejándonos rendidos ante su majestuosidad y poder de convocatoria. Tal y como están haciendo en los conciertos de presentación de su notable ‘La Noche Eterna. Los Días No Vividos‘, comenzaron ambientando con ‘La Noche Eterna’ y provocando los primeros gritos de euforia al continuar con ‘Nadie por las Calles’ y otras como ‘Los Seres Únicos’. Volvieron a emocionarnos con ‘Allí Donde Solíamos Gritar’ en su nueva versión y con ‘Club de Fans de John Boy’, a la vez que las cantábamos a voz en grito. Uno de los momentos más especiales se vivieron con ‘Incendios de Nieve’ y sus silbidos y «lololos». Cerraron de manera (más aún) festiva su set con ‘Los Toros en la Wii (Fantástico)’ y la siempre presente ‘Algunas Plantas’, confirmándose como los triunfadores de este FIZ.
Bien entrada la madrugada, no cabía otra opción que la de mantenerse despiertos y Guille Milkyway tenía en sus manos la receta para seguir bailando. De vez en cuando, entre tanto salto y bailoteo, convenía echar la mirada al frente, pues La Casa Azul es muy posiblemente el proyecto nacional que mejor puesta en escena tiene: su indie-pop electrónico ya es lo bastante enérgico y mágico para dejarse llevar, pero las proyecciones y demás atrezzo son para quitarse el sombrero una y otra vez. Aún con su estupendo ‘La Polinesia Meridional‘ como excusa para visitarnos, ofreció un set variado en el que cupieron composiciones de su ya dilatada carrera, entre ‘Chicle Cosmos’, ‘Colisión Inminente (Red Lights)’, ‘El Momento Más Feliz’ o la inicial ‘Los Chicos Hoy Saltarán A La Pista’. En medio, Guille coló algún tema intimista para relajar la marcha, porque en algún momento había que parar para tomar aire y algo, pero la fiesta fue incontestable.