No todo es novela negra en Escandinavia. Aunque no lo parezca, hay vida literaria nórdica más allá de Larsson, Mankell o Läckberg. Queda poco sitio en las librerías, pero algunas editoriales encuentran un pequeño hueco editando a autores escandinavos contemporáneos en cuyas novelas no hay ni detectives, ni asesinos en serie ni cadáveres enterrados bajo capas y capas de nieve.
Es el caso de Lengua de trapo. La editorial madrileña, siempre atenta en la búsqueda y difusión de nuevos talentos, ha editado ‘Tunu’, la tercera novela del escritor noruego de origen danés Kim Leine. El título hace referencia a la región oriental de Groenlandia, uno de los lugares más aislados y recónditos del planeta (sus habitantes creían vivir solos en el mundo hasta hace 150 años, cuando una expedición danesa les encontró).
En Tunu (que significa “espalda”, “reverso”) trabajó Kim Leine como enfermero durante una temporada. De su experiencia nació esta novela.
Jesper, el alter ego del autor, es un joven enfermero danés que llega a Tunu para hacerse cargo del dispensario de uno de los poblados. A través de su día a día, de otoño a otoño, conoceremos a los habitantes de la zona: sus costumbres, sus anhelos, sus miserias, sus secretos.
Leine maneja con habilidad los recursos de la novela coral y epistolar para componer, a la manera del ‘Middlemarch’ de George Eliot, un tapiz socio-antropológico de ese “reverso” de Groenlandia, mientras perfila un sugestivo mapa emocional de sus habitantes. El autor consigue atrapar nuestra atención con esas pequeñas historias, vidas cruzadas bajo la noche polar y el sol de medianoche, a la vez que nos muestra cómo se vive en esa zona apartada del planeta: la lucha constante contra la soledad, el aislamiento y las condiciones climatológicas adversas. Una novela sobre la belleza y la crudeza de vivir en la “espalda del mundo”. 8.