«Me temo que no pocos creíamos que la siguiente noticia de actualidad que leeríamos sobre David Bowie sería su muerte. Una muerte desde luego prematura para alguien de 66 años pero también muy temida por sus sospechosas ausencias.
Ese sentimiento eclipsa los primeros 2 minutos y medio de ‘Where Are We Now?’. La vas escuchando y la sensación de sorpresa es superior a la propia canción, un tanto aburridota al inicio. Sin embargo, los 2 últimos minutos del tema -cuando éste coge ritmo y comienza ese emocionante «as long as there’s sun, as long as there’s rain…»- son lo suficientemente memorables para que la obra se imponga al personaje.
Y eso, en estas circunstancias, no es poco». Carlos Úbeda.
«¿Es Tony Bennett en horas bajas? ¡No! Es David Bowie y está envejeciendo fatal. ‘Where Are We Now?’, el homenaje en forma de balada que el músico ha querido rendir a Berlín, se queda en una canción azucarada, que más bien parece la intro de cualquier dramón de los setenta y a la que además el vídeo tampoco acompaña. Bowie, is this real life?». María Clara Montoya.
«David Bowie lanza un single sin avisar a nadie y lo peligroso es dejarse llevar por la emoción y sobrevalorarlo. Pero ‘Where Are We Now?’, un título tan lleno de sabiduría y calma como todo el último disco de Leonard Cohen, contiene el punto justo de autorreferencia (además de esta letra dedicada a Berlín la portada del próximo álbum es un guiño a la trilogía berlinesa, ‘Heroes’ mediante) y logra el mismo efecto que a finales de los 90 ‘Thursday’s Child’: hacerme concluir que era difícil un regreso más adecuado. Tras un estribillo que sólo aparece dos veces (para enganchar más), la canción despega en el puente final, absolutamente emocionante en voz y arreglos, obligándote a pulsar el botón «repeat» una y otra vez. ¿Quién podría aventurar que la vuelta al trabajo este 8 de enero sería tan feliz?». Sebas.
«Tengo sensaciones contradictorias con esta canción. Parece una típica balada sin mucha gracia que un grupo pergeña como «tema nuevo» para publicitar un innecesario recopilatorio; tiene unos arreglos del Bowie ochentero que parecen hechos tirando de MIDI, con la voz del Duque muy por encima del resto. Y sin embargo, de tan decepcionante que me puede resultar que la primera canción suya en diez años sea esta, me parece misteriosa y atrayente (¿será esa su intención?). O bien puede ser que me gusta tanto su forma tan personal de cantar o las siempre extrañas sorpresas armónicas que tienen sus temas, que cualquier cosa que haga me deja con ganas de más». Merridew.