En una reciente entrevista en NME, Girls Names confesaron que cuando se publicó su primer LP, ‘Dead To Me’ (2011), diez meses después de haberlo grabado, ya no se sentían identificados con él. Sí, el título del disco iba en esa dirección. Los de Belfast dejaron de asociarse con el sonido que practicaban bandas del otro lado del océano, desde Best Coast a Real Estate, pop de guitarras más o menos lo fi que busca el equilibrio entre la luminosidad y la nostalgia. Si aquellos grupos encontraban la inspiración en la música británica de finales de los 80, había que acercarse a los referentes.
Sin embargo, el paso que han dado Girls Names en este ‘The New Life’ (de nuevo, el título no es casual) va un poco más allá. Acordes a una imagen llena de fotografías en blanco y negro y una estética que recuerda a Joy Division, han decidido juntar la vía del post-punk que lleva a lo gótico, a The Cure, con la sencillez guitarrera de Felt o The Field Mice en un híbrido que a veces reivindica a The Horrors (las más) pero otras a The Pastels.
El principio del disco recuerda sobre todo a los autores de ‘Primary Colors’ aunque, por suerte, se alejan de querer ser unos imitadores. Buena parte de la culpa la tiene Cathal Cully, que elude arranques histriónicos en la voz y canta de una forma sencilla temas que, aunque potentes, podían caer en la caricatura fácilmente si no fuera porque suenan a la vez contenidos: ‘Pittura Infamante’, ‘Drawing Lines’ e ‘Hypnotic Regression’ son contundentes pero no exagerados, ahí está su virtud. Bajos poderosos y guitarras llenas de ‘chorus’ tejiendo punteos ornamentales serán una constante en el disco, que a veces se permite algún tímido toque electrónico, por ejemplo, en ‘Projektion’. De nuevo, muy a lo The Horrors.
Como era de esperar en un disco llamado ‘The New Life’ también hay cierto toque épico. ‘Occultation’ no es épica de puño alzado sino de horizontes lejanos, a lo ‘Atmosphere’ de Joy Division, pero supera con nota la prueba. Y la canción que da nombre al disco, ‘The New Life’, es épica por duración (casi ocho minutos), aunque el ritmo tribal con que empieza la batería la lleva a terrenos más hedonistas; sin ir más lejos, la cara B del single era un remix.
Completan el disco ‘A Second Skin’, ‘The Olympia’ y ‘Notion’, que cumplen a la perfección su función de ser la mitad del camino, tres temas reseñables que no son los mayores candidatos a single pero que se quedarán un buen tiempo en la cabeza de los aficionados. Sobre todo ‘The Olympia’, cuyo estribillo es lo más dream pop que hay en ‘The New Life’ y, al mismo tiempo, lo que más recuerda a Best Coast y a su primer y caído en desgracia (para ellos mismos) álbum.
‘The New Life’ no es el colmo de la originalidad, pero suena con mucho empaque y su idea de juntar dos ramas paralelas del pop británico suena bien. No hay grandes sorpresas pero las canciones tienen la suficiente entidad para que acaben diferenciándose y no caigan en el pozo de no saber dónde acaba una y dónde empieza la otra.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Pittura Infamante’, ‘Occultation’, ‘The New Life’
Te gustará si te gustan: The Cure, The Horrors, Felt
Escúchalo: Deezer.