Maria Alyokhina de Pussy Riot ha decidido terminar con una huelga de hambre que llevó a cabo durante 11 días y que comenzó tras serle negado su derecho a acudir a una vista para conseguir la libertad condicional. Los representantes de Alyokhina han afirmado también que con esta huelga, Maria ha provocado concesiones «sin precedentes» por parte de las autoridades rusas, que acordaron relajar los procedimientos de seguridad en la prisión en la que se encuentra recluida la joven, puesto que según su abogada Irina Khrunova, los funcionarios impusieron medidas de seguridad excesivas en un intento de poner a las otras internas en su contra. «Lo único que está pidiendo es un trato justo», dijo Khrunova semana pasada.

Os recordamos que dos miembros del grupo cumplen dos años de prisión por realizar una performance en una catedral, según la sentencia, «motivada por el odio religioso».