Hace poco más de un año supimos que un ex batería de Ariel Pink’s Haunted Graffiti le reclamaba 1 millón de dólares. El problema era que en 2008 cuatro integrantes de la banda llegaban a un acuerdo verbal para compartir royalties, gastos y beneficios. Al ser expulsado de la banda, Aaron Sperske decidía denunciar por verse perjudicado, al no tener nada escrito.
Ahora se ha sabido que la banda ha podido llegar a un acuerdo fuera de los tribunales. Aunque las condiciones de este acuerdo no han trascendido, sí se ha publicado un comunicado en el que el equipo de Ariel Pink dice que está muy contento de haber llegado a un acuerdo amistoso entre las diferentes partes de manera que Ariel y el resto de músicos puedan concentrarse en la música en lugar de en defenderse en un proceso legal.