Jessie From the Block está de vuelta con ‘Alive’, su segundo álbum tras ‘Who You Are’. Algunas críticas ya se han quejado de que las nuevas canciones de Cornish suenan algo genéricas y pasadas de moda, pero el plantel de escritores y productores con los que ha trabajado para este disco está lleno de grandes nombres. Abre, de hecho, un pegadizo tema de Max Martin y Shellback titulado ‘It’s My Party’ que ya ha logrado el top 3 en Reino Unido.
Es uno de tantos temas con gancho en ‘Alive’, que si bien no presenta la producción más sofisticada del mundo, sí contiene más de una pista memorable. ‘Wild’, el primer sencillo extraído, no era uno de ellos: es mediocre y suena a descarte de finalista de American Idol. Pero temas como ‘Thunder’ o la muy Whitney Houston ‘Daydreamin’ aciertan en su acercamiento al sonido nostálgico del pop de los 80, con melodías convencionales pero también agradables.
El mayor inconveniente vuelve a ser la misma Jessie J, una vocalista privilegiada obsesionada con la técnica y empeñada en sobreactuar hasta en el momento menos adecuado, como en la balada ‘I Miss Her’, sobre un familiar paciente de Alzheimer. La letra está llena de buenas intenciones (“la echo de menos aunque sé que está aquí / da una señal, no dejes que desaparezca / daría todo por que estuviera bien aunque fuera por un día”) pero el histrionismo con el que Jessie la aborda le hace flaco favor a la canción. En la pegadiza ‘Sexy Lady’, por otro lado, sus acrobacias asoman hacia el final como en una pesadilla, y en el puente de ‘Gold’ directamente parece que esté pirada.
Ese es, no obstante, su estilo. Jessie interpreta todas sus canciones con la confianza y la intensidad de alguien que se sabe estrella. Un ejemplo evidente es la anodina ‘Alive’ pero también la balada ‘Breathe’. En voz de otra gente hubieran sonado planas, pero Jessie nos convence con sus cuerdas vocales de lo buenas que son aunque no lo sean. A diferencia de estas, la sucia ‘Excuse My Rude’ requiere esa actitud desbordante y termina siendo puro “swag”, aunque sea también gracias a Becky G.
Al final no sirve de nada lamentarse de lo insoportables que sean las piruetas vocales de Jessie J porque la cantante ha hecho de ellas su estilo personal. Es cierto que ‘Harder We Fall’, el himno de autoayuda folkie del disco, nos da un pequeño respiro, y que la mejor canción de todas, ‘Gold’, es pura y maravillosa euforia pop de esa que te llena de vida, pero al final tanto gorgorito termina dando jaqueca. Irregular disco, en definitiva, aunque entretenido al fin y al cabo y con más de un single potencial por parte de la creadora de ‘Price Tag’.
Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘Thunder’, ‘Harder We Fall’, ‘Excuse My Rude’, ‘Gold’
Te gustará si te gusta: el pop actual
Escúchalo: Deezer