Anoche tuvo lugar la gala de los 41º American Music Awards, unos premios que se otorgan a través de los votos del público y que tuvieron como principales galardonados a Taylor Swift (Artista del Año, Mejor Artista Femenina de Country y Mejor Álbum de Country) Justin Timberlake (Mejor Artista Masculino de Pop, Mejor Artista Masculino de Soul/R&B y Mejor Álbum de Soul/R&B). Otros premiados significativos fueron One Direction (Mejor Álbum de Pop), Avicii (Mejor Artista de Dance/Electrónica), Macklemore & Ryan Lewis (Mejor Álbum de Rap/Hip Hop) o Ariana Grande, elegida Mejor Nueva Artista. Además, Rihanna no solo recogió el premio a Mejor Artista Femenina de R&B, sino que se llevó el galardón llamado Premio Icono, por su trayectoria (resulta llamativo que se otorgue un premio así a una artista de solo 25 años). El premio de Single del Año se lo llevó una horterada llamada ‘Cruise’, a cargo de unos tales Florida Georgia Line, en forma de remix con Nelly.
La gala, que tuvo lugar en la ciudad de Washington, contó con numerosas actuaciones. Además de One Direction, Kendrick Lamar y Jennifer López (homenajeando a Celia Cruz), pudo verse a actuar a Lady Gaga, repitiendo su numerito caliente junto a R Kelly de la pasada semana solo que esta vez lo hacían representando a un político y su secretaria en un despacho oficial.
Katy Perry, por su parte, abría el evento poniendo de nuevo en entredicho su capacidad vocal, «interpretando» su último single ‘Unconditionally’, envuelta en una escenografía ambientada en la cultura tradicional japonesa, con nuevos arreglos musicales para la ocasión.
Y, como viene siendo habitual, Miley Cirus dio la nota, solo que, esta vez, lo hizo para bien: interpretó su exitoso single ‘Wrecking Ball’ de forma excelente, apenas sin moverse delante de una pantalla en la que un gatito adorable volaba por el espacio, «cantando» junto a ella la canción rodeado de efectos especiales retro, al estilo Tumblr. La cosa tiene mucha gracia, la verdad.