Aunque de Canadá, Timber Timbre practican desde hace ya tiempo un sonido fuertemente arraigado a la tradición musical estadounidense, especialmente a partir de su tercer disco, que no era homónimo porque sí. Es a partir de ‘Timber Timbre’ pues que el grupo formado por Taylor Kirk, Simon Trottier y Mika Posen se encuentra a sí mismo experimentando con el blues, el country, el rock & roll más sinuoso, la psicodelia o incluso el jazz y haciéndolo desde la melancolía de Roy Orbison y, de manera aún más poderosa, desde el inquietante mundo de David Lynch. El grupo oscurece su propuesta con teclados amenazantes, distorsión en las guitarras y los saxos, reverberación en las voces y ambientaciones pantanosas, oníricas, perturbadoras y, sí, cinemáticas. En su cuarto álbum, ‘Creep On Creepin’ On’, el grupo perfeccionó este sonido pero es en el quinto, ‘Hot Dreams’, si bien aún algo carente de clásicos, donde lo han definido con más precisión y acierto.
La homónima ‘Hot Dreams’ sí es uno de esos raros clásicos del grupo y, en pocas palabras, una de las canciones más bonitas del año, un tema que avanza pacientemente mientras se deja arropar por guitarras acústicas y una línea de teclado tan cautivadora como extraña. Es una línea esta cuya melodía transmite nostalgia del mismo modo que la canción en general logra evocar un irrefrenable y asfixiante deseo sexual desde la calma y la sensualidad. Colin Stetson, colaborador habitual del grupo, ofrece hacia la mitad y hasta el final un solo de saxofón tan sexy y a la vez tan bonito que es imposible no caer rendido ante su enorme belleza. ¿Se animará Lana del Rey a versionarla alguna vez?
Taylor Kirk se inspiró para la composición de ‘Hot Dreams’ en su estancia en Laurel Canyon, California; de ahí, quizás, la inclinación western de canciones como ‘Bring Me Simple Men’ o ‘The Low Commotion’, que Mika Posen ha arreglado con cuerdas prácticamente rescatadas de una película inédita de Ennio Morricone. Kirk de hecho cuenta que su objetivo esta vez ha sido sonar a western de Hollywood y una de las mejores canciones del álbum se titula ‘Grand Canyon’, corte cuyo clímax la transforma en un emotivo número experimental a partir de saxos y sintetizadores, pero que en realidad no deja de ser una preciosa canción de acampada nocturna, por otro lado, excelentemente arreglada.
Curiosamente el primer instrumental del disco, ‘Resurrection Drive Part II’, no es de las mejores, pero sí lo es el segundo, ‘The Three Sisters’, con el que a uno le vienen a la mente escenas ritualísticas y paisajes medievales. En el álbum anterior del grupo ya había una maravilla similar titulada ‘Swamp Music’ por lo que sin duda podemos asegurar que Timber Timbre es de las pocas formaciones cuyos experimentos instrumentales poseen interés de verdad, aunque es cierto asimismo que el final psicodélico de ‘Run From Me’ resulta ligeramente menos atractivo que su primera parte en forma de balada crepuscular.
Timber Timbre están cada vez más cerca de ofrecer su gran disco pero cortes como ‘Curtains?!’ o ‘The New Tomorrow’ quedan muy por debajo de las mejores canciones de este nuevo repertorio y ninguna de ellas logra la rotundidad de ‘Hot Dreams’, hecha para perdurar en el tiempo y la memoria. Mientras tanto, eso sí, este viaje hacia su obra cumbre está siendo de lo más seductor y ‘Hot Dreams’ es, en definitiva, un destino que vale la pena recorrer.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Hot Dreams’, ‘Grand Canyon’, ‘Run From Me’, ‘The Three Sisters’
Te gustará si te gusta: Destroyer, Tindersticks, Richard Hawley, David Lynch, Roy Orbison, Elvis
Escúchalo: Deezer