Jack White se ha metido en líos de nuevo en las últimas horas, cuando queda sólo una semana para que se publique su nuevo disco, ‘Lazaretto’ (¿streaming oficial en un par de días?). Después de haberse hecho públicos mails suyos en los que se metía con Black Keys e insinuaba que estos le copiaban, hablaba muy bien y mal de su ex compañera en White Stripes Meg White, y finalmente ahora volvía a meterse con Black Keys: «Hay chicos en la escuela que se visten como los demás, simplemente porque no saben qué hacer, y hay músicos así también. Oigo anuncios en la tele con música que está robando sonidos que son míos, hasta el punto de que creo que son míos y la mitad del tiempo son Black Keys. La otra mitad es una canción que imita una mía porque no consiguieron la licencia. Hay un mundo que se conforma con la versión reducida de lo original. Mucha gente dirá: «Oh, Jack White cree que es la primera persona que hace blues», pero hay ciertos artistas que abren el mercado a un estilo. Amy Winehouse: ¿inventó el soul blanco? ¿Llevando un moño colmena? No. Pero hizo algo fresco y nuevo y lo ves en su estela, desde las Duffys a las Lanas del Rey. ¿Adele vendiendo 20 millones de discos? Eso no hubiera pasado si Amy Winehouse estuviera viva. Los White Stripes hicimos lo mismo, y en nuestra ausencia, tienes que rellenar eso. Y entonces hay una banda como Black Keys, que dijo que nunca había oído hablar de los White Stripes. Seguro…»
Ahora Jack White ha sorprendido con una larga carta de disculpa publicada a través de su web, en la que indica que hay cosas que sólo la gente a su alrededor puede comprender y que todavía no entiende por qué mails suyos privados tuvieron que salir a la luz. «Pero a pesar de todo quiero decir esto: le deseo a la banda The Black Keys todo el éxito que puedan tener. Le deseo lo mejor a su sello Nonesuch que tiene una historia en la música de la que sentirse orgulloso. Le deseo éxito masivo también al productor y autor Danger Mouse y a otros músicos que la banda contrata. Dios sabe que puedo contar lo difícil que es que la gente preste atención a un grupo de dos personas con una guitarra de plástico, así que toda la atención que Black Keys puedan tener se la deseo, y espero que su disco esté meses en el top 10 y tengan muchos más discos de éxito en su carrera».
A continuación reconoce que se metió en un lío por no saber culminar su entrevista con Rolling Stone con un simple «sin comentarios». «Estos son el tipo de comentarios que se deben hacer entre productores, ingenieros y mánagers que entienden lo que hay detrás de las cámaras porque es donde están todo el día. Tendría que haber sido más listo y saber que las comparaciones que hice no tendrían sentido para los lectores que probablemente no entienden el trasfondo y que mis palabras serían usadas en un sentido muy negativo».
Finalmente, dice que le encantan Winehouse, Duffy, Lana del Rey y Adele y que tiene sus discos, elogiando la fuerza de las voces femeninas. Y también hay palabras para Meg: «Es una presencia femenina muy fuerte en el rock and roll y no estaba intentando despreciarla tampoco, sólo explicando lo difícil que era comunicarnos por lo diferentes que éramos. Esto se ha sacado de contexto y llegado a los titulares de manera que parecía que me estaba metiendo con ella. Nunca haría eso a alguien que he querido tanto. Y hay montones de entrevistas en las que mis palabras son muy claras hablando de lo importante que ella es para mí y para la música». Tras párrafos y párrafos concluye: «Buena suerte a todo el mundo, siento si mis comentarios han herido a alguien».