El pasado mes de marzo vio la salida del nuevo y estupendo trabajo de Mishima, titulado ‘L’ansia que cura‘. Esta noche, la banda liderada por David Carabén actúa en el madrileño Teatro Lara (entradas aquí) y aprovechando que adelantaban su viaje un día, ayer pudimos citarnos con el cantante para hablar del sonido del álbum en comparación con sus predecesores, sobre cómo plasma su vida en las letras de las canciones e incluso sobre el vino que empezaron a hacer hace unos pocos años.
‘L’amor feliç’ probablemente sea el álbum con el que más éxito habéis cosechado a nivel de crítica, además de suponer vuestro fichaje por una multi. ¿Cómo os planteasteis el nuevo trabajo al haber alcanzado una cima así de importante?
Nos obligamos a que el siguiente disco tenía que ser una cosa distinta, teníamos que provocar un cambio en la banda, aunque no sabíamos cómo en un principio. Al final acabamos provocando ese cambio de una forma un poco caprichosa. Por un lado teníamos claro que ya no éramos tan felices yendo a grabar con Paco Loco, de hecho yo echaba de menos esa sensación de angustia que te produce ir a grabar a un sitio nuevo, no sentía un desafío aunque estuviera contentísimo con los resultados artísticos de lo que hacíamos con Paco. Entonces, cambié la forma de escribir las canciones y también cambié la forma de presentarlas al grupo: las llevé un mes antes de irlas a grabar. Nos dijimos que teníamos que sonar como sonamos en directo. Cambiamos una serie de cosas para sentirnos vivos, desafiados y también para encontrar una forma nueva de decir lo mismo.
Comentabas en una entrevista que ‘L’ansia que cura’ forma parte de una trilogía de discos en los que ha habido una tendencia a sobrearreglar las canciones, pero percibimos justo lo contrario, especialmente en vuestro último trabajo, bastante sobrio en cuanto a arreglos… ¿qué consideras excesivo en estos discos para tacharlos de «sobrearreglados»?
No, precisamente ‘L’ansia que cura’ sería el primero en el que superamos eso. La trilogía la forman ‘Set tota la vida’, ‘Ordre i Aventura’ y ‘L’amor feliç’.
«Los arreglos que suenan en el nuevo disco son los primeros que se nos ocurrieron, dándole un punto de frescura y minimalismo»
Ah, entonces lo he interpretado mal en base a lo que decía aquella entrevista…
Es verdad que alguien lo interpretó mal en una entrevista y lo publicaron así. Es justo ‘L’ansia que cura’ donde quería cambiar eso de sobrearreglar las canciones. Los tres discos anteriores los grabamos con Paco Loco y en los tres trabajamos de la misma manera. Lo que pasa es que nosotros somos un grupo que tiende a sobrearreglar los temas, somos todos muy creativos y a mí siempre me ha gustado trabajar sin renunciar a que los miembros de la banda tengan su opinión y voto en las decisiones sobre cómo va a sonar una canción, aunque la canción en un principio sea mía, pero desde que la llevo a la banda, ya es de la banda. Lo chulo de Mishima a lo largo de los años ha sido aprender a que cada uno renuncie a su ego para que todos tengan voz en su trabajo. Entonces, todos tienen voz en la batería, en si yo toco o no la guitarra, etcétera. Podemos intervenir en el trabajo de cada uno y eso hace que hablemos mucho y tengamos muchas voces sobre cada canción, teniendo como teníamos espacio para trabajar y además haciéndolo aliados con un productor súper creativo como Paco Loco, que tiene una aproximación muy artística a la producción. Lo que pasaba es que él incentivaba que aparecieran más arreglos. Además, por su forma de mezclar, todas las canciones estaban cargadísimas de información. Eso no quiere decir que si hubiéramos ido con este disco a Paco y le hubiéramos dicho «oye, éstos tienen que ser los arreglos y punto y además queremos grabarlo en directo», él no hubiera aceptado, al revés, habría aceptado seguro, pero al final elegimos cambiar. En ‘L’ansia que cura’ hemos empezado esta nueva forma de trabajar: en cada momento manda un arreglo dentro del tema, no cuatro. Además, los arreglos que suenan en el disco son los primeros que se nos ocurrieron, dándole un punto de frescura y minimalismo.
Si ‘L’ansia que cura’ supone el comienzo de una nueva etapa creativa en la banda, ¿qué podemos esperar de vuestros próximos trabajos?
No lo sé, esta forma nueva de trabajar nos ha servido para este disco, nos ha dado una lección, ya que hemos aprendido que esta forma de trabajar es posible. Hay cosas que nos han gustado y otras que no, no del resultado del disco sino de la forma de realizarlo. Ha habido cosas muy difíciles en este proceso, fíjate que el título del álbum hace referencia a que hemos trabajado con una cierta ansiedad, con poco tiempo y renunciando a cómo funcionábamos antes. Hemos quedado muy contentos con el resultado, haciendo las cosas así, pero también nos gustaba hacerlas de la otra manera. A lo mejor en el próximo combinamos las dos formas, creo que sería lo ideal.
Da la sensación de que ves el amor (no el sexo, sino el amor en sí) como algo muy físico, visceral, unido a los sentidos, sobre todo al sentido del tacto. Ya lo vimos en temas como ‘La vella ferida’ y aquí vuelve la temática en ‘Llepar-te’ (lamerte). ¿Es así como ves el amor en tu vida o simplemente quieres plasmarlo de una manera más impactante en tus letras?
Sin duda hay una sensualidad en estas canciones, pero en ellas intentaba crear imágenes de algún más allá con elementos del más acá. Todas las canciones de amor usan este recurso, hablar a través del cuerpo de cosas de otro mundo de forma metafórica. Más que expresar mi idea del amor es una cuestión de emplear los rudimentos que tiene un compositor de canciones para escribir canciones de amor, pero a la vez sucede que soy poco dado a las trascendencias, soy bastante materialista en este sentido. Entonces hay canciones como ‘El Temple’ (nde: perteneciente a ‘Set Tota La Vida’), en la que digo «lo siento si una parte de mi cuerpo solo te puede ver como un templo y si mi sentido de lo sagrado empieza ahí donde termina el vientre». Una parte de mi cuerpo está sacralizando, pero esa parte es algo muy físico, donde termina el vientre, o sea la polla (risas). Es una persona que no cree en el más allá hablando del más allá.
«Aunque llevamos muchos años como banda, casi siempre me he sentido como un músico semi-amateur hasta que me he podido dedicar exclusivamente a la música»
En ‘El Corredor’ echas la vista atrás a experiencias de la gira anterior y agradeces a tu banda que estén a tu lado. Es una celebración de vuestra situación actual. ¿Cómo surge una canción así? ¿Hubo algún momento de crisis en el que necesitabas agarrarte a todo lo bueno que te había sucedido para seguir adelante?
El origen de esta canción está en una canción de Jackson Browne que escuché sobre el hecho de estar de gira. Cuando una canción me gusta, intento ver qué tradición hay de ese tipo de canción y también encontré una de los Ramones que habla sobre estar de gira, ‘Danny Says’. Me gusta mucho trabajar en canciones con una temática en la que no había trabajado nunca. Aunque llevamos muchos años como banda, casi siempre me he sentido como un músico semi-amateur hasta que me he podido dedicar exclusivamente a la música y eso ha coincidido con las giras que hicimos con ‘L’amor feliç’ y ‘Ordre i Aventura’, son temas recientes. Por todo ello, sentí que tras siete discos era el momento para agradecer a la gente que nos ha seguido y a la banda, por haber creído que yo podía hacer canciones. Es una canción de agradecimiento y celebración. Además, hablar de esto en una canción de ‘L’ansia que cura’ encaja con la temática del disco, ya que trata sobre distintas versiones del paraíso. Irse de gira es un paraíso increíble, estás en un mundo donde te llevan a todas partes, comes en restaurantes, la gente te espera para que des un concierto, no tienes que encargarte de ningún tipo de responsabilidad. Puedes estar todo el día como un maharajá, jugando con tus amigotes, que en este caso son los músicos.
Paradójicamente, desde que cambiaste el idioma de tus canciones del inglés al catalán, la banda ha ganado más y más popularidad con cada disco hasta conseguir un estatus verdaderamente envidiable, también fuera de Cataluña. ¿Creías que esta situación sería posible al pasarte a cantar en un idioma menos internacional?
Fíjate que en el primer disco ya teníamos una canción en catalán, en el segundo teníamos tres y en el tercero ya eran todas en catalán menos una. No hubo un momento en el que yo dijera «vamos a hacer canciones en catalán». A lo largo de estos discos ha habido una creciente certeza de que dedicarme a la música iba a ser mi vida. Por tanto, el proceso a través del cual he ido cantando más canciones en catalán es el mismo proceso por el cual voy dándome cuenta de que esto es mi vocación. A partir del momento en el que me tomo en serio esto de componer y cantar, me doy cuenta de que lo tengo que hacer en mi idioma, porque si fuera un cantante de otro género, podría hacerlo en otro idioma, pero como en mis canciones entra y sale mi vida, mi punto de vista… Salgo yo ahí y eso enriquece las canciones, les da una capa de complejidad más, así que necesariamente lo tenía que hacer en mi idioma.
¿Por qué no empezasteis a cantar en catalán desde el principio? Es como más cómodos se os ve… ¿había algún tipo de miedo para no hacerlo?
Lo que pasa es que cuando empecé a cantar estaba en Francia de Erasmus y allí me hice colega de muchos músicos franceses y formé un grupo, y ahí se cantaba en inglés. De ahí viene que cante en inglés, pero una vez que cantar dejó de ser un hobby me di cuenta de que las canciones me cantan más a mí que yo a ellas.
«Me contaba Miqui Puig que cuando estaba en Los Sencillos tenía un sueldo, vendiera o no vendiera, pero cobraba un sueldo por estar fichado, como los guionistas de la época dorada de Hollywood»
¿Ha cambiado en algo vuestro modus operandi desde que estáis en una multi?
No, porque lo que tenemos con la multi es una licencia. El sello somos nosotros y tenemos un contrato de cinco años con la multi, para que nos ayuden durante ese periodo de tiempo. Si ha podido cambiar algo es que hay un cierto rigor a la hora de sacar el disco, un calendario. También notamos que hay mejor distribución. Cambian cosas pero son aspectos puntuales. Tienes que pensar que una multi hoy en día no es lo que era cuando nosotros empezamos. Por aquel entonces, si estabas en una multi eso quería decir que cobrabas, que tenías un sueldo. Recuerdo que me contaba Miqui Puig que cuando estaba en Los Sencillos tenía un sueldo, vendiera o no vendiera, pero cobraba un sueldo por estar fichado, como los guionistas de la época dorada de Hollywood. Las multis de hoy en día son pequeñísimas, con una cantidad de gente parecida a la que trabaja para discográficas independientes. Después de la crisis en el formato físico, no hay diferencias tan grandes, al menos en el modo de trabajar.
Todo esto viene a colación de que en los últimos años se ha criticado bastante a las multis como monstruos que devoran artistas (Eels, 30 Seconds To Mars), pero otros artistas están la mar de a gusto… ¿cómo lo veis vosotros?
Pero ahí es que estamos hablando de dos ligas distintas. Si eres un americano y sacas un disco con una multi americana, la multi americana sigue siendo una multi, pero el mercado nuestro es un mercado pequeñísimo. Si un sello tiene derechos sobre todo lo que haces y tiene los cojones de decirte que lo que has hecho es una mierda, es que te paga una pasta indecente. A nosotros nos dan anticipos de lo que podamos generar. Es otra liga, no es lo que pueda firmar Lady Gaga o Eels, que por muy indie que nos parezca, es distinto. El tío de Eels se puede ir de gira por todo el mundo, pero yo ¿por dónde puedo tocar? Puede ser el mismo tipo de música, pero es incomparable el negocio americano con el nuestro. De todos modos, yo conozco historias para no dormir de sellos independientes. De amigos míos que han fichado por una independiente que luego el tío se quedaba con la pasta de los conciertos. Historias hay en todos los mundos. Si tú firmas un contrato con gente que tiene el poder de rechazarte másters, es una cagada, al menos hoy en día. Por eso es mejor una licencia.
«Sacamos un vino del Montsant con un amigo enólogo. Nos involucramos la banda al completo, fuimos a recoger las uvas, participamos en todos los procesos»
¿Cómo surgió todo aquello de hacer vino?
Todo surge de ‘Set tota la vida’, que hace muchas referencias al vino, algo que se ve desde la propia portada. Soy amigo de un enólogo y siempre hablábamos de que los catalanes no consumimos nuestro propio vino, que es buenísimo y pensamos en hacer una alianza entre música y vino. El chico éste sacó un vino que recibió muchos premios y nos decidimos a colaborar con él, sacamos un vino del Montsant. Nos involucramos la banda al completo, fuimos a recoger las uvas, participamos en todos los procesos. Cada vez nos hemos implicado más, guiados por la maestría de los enólogos con los que hacemos el vino. Es una manera de pasarlo bien y aunque aparentemente no tenga que ver con la música, en el fondo hay cosas en común. También es un merchandising más original que una puta camiseta con el nombre de tu grupo.