Tras aquella gira itinerante en la que algunas bandas de nuestro país se prestaron, incluso, a protagonizar un reality que rehuía de cualquier atisbo de polémica, el Primavera Club 2014 vuelve a sus orígenes con tres jornadas ausentes de un cabeza de cartel que nos sirven para conocer de cerca a un buen puñado de artistas noveles que, en su mayoría, jamás habían pisado suelo barcelonés hasta la fecha.
El murciano Nino García, que se presenta sobre el escenario bajo el nombre de Cherry, tuvo el cometido de arrancar la jornada en un Teatro Latino prácticamente vacío. Una lástima la falta de afluencia de público teniendo en cuenta que este hombre orquesta (se presenta solo con su guitarra y pedales, sintetizadores y percusiones) cumplió con creces presentando parte de esas “peladilla songs” que se mueven entre el krautrock atronador (‘Memoria Ram’) y lo psychobilly (no faltó ‘Frío y Calor’, el tema que da título a su último trabajo para el sello Foehn) con una honestidad aplastante. Tengámosle muy en cuenta porque más pronto que tarde su nombre será familiar para un mayor número de mortales.
Lo del finlandés Jaakko Eino Kalevi iba por derroteros más hedonistas y excéntricos. ‘Dreamzone’, el EP que el pasado año editó en Modular, ocupó el grueso de una actuación a medio camino entre Ariel Pink y Sébastien Tellier que agradó (sin más) pero no cuajó del todo entre los asistentes. Sonó monótono, falto de garra y algo karaokero. Aunque eso sí, tanto él como su batería fueron los únicos que hicieron un guiño a la noche de Halloween presentándose durante los primeros minutos disfrazados de calavera y el típico disfraz de momia que puedes encontrar en el bazar chino de la esquina de tu casa por un par de euros.
Quien sí encandiló fue un East India Youth al que le auguramos un flamante retorno en los festivales de la próxima temporada. El británico, que se enfrentó en solitario al público armado con un bajo, teclados y laptop, supo perfectamente combinar los parajes instrumentales de su debut ‘Total Strife Forever‘ (se arrancó con la ensoñadora ‘Glitter Recession’) con aquellas piezas de corte más pop en las que se atreve a agarrar el micrófono para cantar y creerse Totally Enormous Extinct Dinosaurs. ‘Looking For Someone’ sonó con una fuerza desgarradora y su show fue del todo ascendente. Tanto que para ese final en el que endureció su sonido dejándose querer por los ritmos más techno, ‘Hinterland’, las primeras filas no pudieron resistir la tentación de bailar como si se creyeran en un club a altas horas de la madrugada.
Diametralmente opuesta fue la propuesta de Fear Of Men, a quienes no se les quedó grande el escenario del Teatre Principal. Su primer largo oficial, ‘Loom‘, pecaba de una lánguida producción lo-fi que empañaba los momentos de mayor luminiscencia de su repertorio. No obstante, en directo no hay rastro de ello y suenan con una fiereza y contundencia que les hace ganar enteros en las distancias cortas. Jessica Weiss, de lo más pizpireta con su falda y sus medias agujereadas, en el aspecto vocal convenció y supo desenvolverse estupendamente en escena, llevando las riendas de una banda de lo más profesional que podría darnos bastantes alegrías en breve. Hoy y mañana, más y mejor por descubrir.
Foto: Dani Canto.