Morrissey está de gira. De hecho su próximo concierto es en Barcelona (29 de abril) y después le tocará actuar en el SOS 4.8, además de en Australia y Estados Unidos. Es raro que al ir a América, no haga visita a México, sobre todo teniendo en cuenta los sonidos de sus dos últimos discos y los orígenes de algún miembro de su banda.
Tanto le han preguntado que ha decidido explicar escuetamente en su web por qué no toca en México: «en respuesta a las peticiones, Morrissey no podrá dar conciertos en México debido a las disputas actuales con los promotores mejicanos».
Ahí queda eso, una nueva muestra del drama que envuelve últimamente al artista. Al menos sabemos que su decisión no se debe a su odio por cierta torera mejicana.