Tras debutar en 2011 con ‘Primeras marcas‘, un disco de pop rock de hechuras clásicas marcado sobre todo por su especial, reconocible voz, Hans Laguna se embarcó en 2013 en el ambicioso proyecto de tratar de interpretar una música capaz de transmitir la fuerza visual de la obra del escultor donostiarra Jorge de Oteiza. ‘Oteiza’ era un paso atrevido, poco habitual para un cantautor pop medio (aunque Laguna no lo es: también escribe música para films, danza o publicidad), en el que excedía los límites del ambient, tratando de aplicar conceptos como forma y espacio al sonido. Después, el año pasado, llegó ‘Deletrea’, un disco que ahora se edita al fin en formato vinilo y que Hans está presentando en una gira sin banda. Y es algo más que su regreso al pop rock del que parecía haberse desviado porque, en una faceta próxima a los Yo La Tengo más contemplativos, filtra la canción de autor por el tamiz de lo aprendido y lo mostrado en ‘Oteiza’. Con un planteamiento tan estoico como minimalista, Laguna aplica esos conceptos de espacio (o vacío) a la canción tradicional, con melodías sencillas que se repiten como mantras, interpretadas por instrumentos simples que entran o salen, se suman o se restan, pasando de la riqueza al silencio (o viceversa) en estructuras elípticas que ejercen un estimulante efecto hipnótico, gracias a la delicadeza con la que todo sucede.
La preciosa ‘Mis días‘, primer tema que compartió del disco, ya era una buena muestra, y sus logros se repiten con fascinantes, preciosas guitarras capaces de competir con la poesía a las seis cuerdas de un Bill Callahan, un Jeff Tweedy (‘La red’), vibráfonos (‘La última vez’), trompetas (‘Salgamos de aquí’, ‘Clasificación general’), acordeones (‘Animal racional’) y coros (por parte de Blanca Lamar y Tuixén Benet, de Les Sueques), aportados o coordinados por el tándem Cristian Pallejá y Ferran Resines. ‘Deletrea’ es un disco atípico, que debe consumirse de forma cuidadosa: gana mucho cuando se atiende a él en una posición cómoda, sin hacer nada más que otear un paisaje, perezosamente. Así, entras en él, te mece y te sientes partícipe de ese juego de escondite instrumental, tramposamente placentero: sus letras, pese a su lenguaje llano, nos son en absoluto obvias, trasladando sensaciones de incertidumbre y vacío en situaciones de cotidianidad. Quizá quepa achacarle que, al recurrir a ese ascetismo melódico, apenas hay temas que destaquen por encima del resto y hay fraseos que parecen ecos o pequeñas variaciones de otros, volviéndose reiterativos. Pero, así y todo, ‘Deletrea’ es un gran disco que confirma la singularidad de su autor, del que esperamos nuevas audacias en un futuro próximo.
Hans Laguna prosigue esta semana su gira «Hans Solo»: hoy 23 de abril estará en La Leche Mitilina, de Albacete; el 24 en La Yesería, de Murcia; y el 25 en los Aperitivos Circulares, también en Murcia. El 8 de mayo estará en Bartleby & Co., Dublín.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Mis días’, ‘Dos o tres’, ‘La red’.
Te gustará si te gustan: Yo La Tengo, Bill Callahan, Joaquín Pascual.
Escúchalo: Bandcamp.